2011
03/01/2012UBICACIÓN
06/02/2012La estrategia de lucha contra el narcotráfico iniciada en 2007 y que, según el presidente Felipe Calderón, «no es guerra», llegó hacia finales de 2011 a contar con más de 50 mil bajas, decenas de miles de huérfanos, miles de desaparecidos y decenas de miles de desplazados. Frente a ello, Calderón ha seguido hablando de «daños colaterales» o de la «cantaleta de los derechos humanos», señalando que un 90% de los muertos serían narcotraficantes.
Cuestionando esta percepción, uno de los catalizadores del descontento social respecto a dicha estrategia ha sido el Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad (MPJD) que, convocado por el poeta y periodista Javier Sicilia, se constituyó en abril de este año. El 7 y 8 de mayo, se realizaron, a convocatoria suya, marchas por la Paz con Justicia y Dignidad en distintos puntos de México. En este marco, bases de apoyo del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) consiguieron llenar la plaza de la Catedral de San Cristóbal de las Casas en Chiapas, expresando a través de ello su apoyo a dicho proceso y su rechazo a «una guerra absurda que no lleva a ninguna parte».
En junio, el MPJD convocó la Caravana Ciudadana por la Paz con Justicia y Dignidad, también llamada «Caravana del consuelo por la ruta del dolor y la sangre» que recorrió casi 3 mil kilómetros de Cuernavaca a Ciudad Juárez. Posteriormente, varios integrantes del Movimiento se reunieron con el presidente Felipe Calderón e integrantes de su gabinete, decisión que implicó un distanciamiento de otros actores de la sociedad civil. A raíz de ello, se iniciaron mesas de trabajo para abordar temas como atención y seguimiento a casos de procuración de justicia y revisión integral de la estrategia nacional de seguridad, entre otros. Una segunda reunión con el gobierno federal se realizó en octubre. No se acordó una siguiente reunión, por lo que queda incierto si se dará continuidad o no al proceso de diálogo.
Previo al encuentro, el Movimiento había realizado la llamada «Caravana al Sur» por los estados de Guerrero, Oaxaca, Chiapas, Tabasco, Veracruz y Puebla. Al terminar la caravana, el Movimiento concluyó que en «estos 11 días hemos visto que la herida abierta en Ciudad Juárez –a causa de la fallida estrategia de guerra del presidente Calderón– se ha ido extendiendo como una gangrena hacia el sur del país para juntarse con los dolores ancestrales que viven los pueblos indios y las comunidades del sur».
Viendo este panorama nacional, preocupa el anuncio de un nuevo proceso de militarización en la frontera de Chiapas con Guatemala. La agencia antidrogas de Estados Unidos (DEA) recomendó al gobierno mexicano la militarización de la frontera sur de un modo similar al de la frontera norte. En este marco y de manera inusual, el comandante de la séptima Región Militar en la entidad, informó que se encuentran 14.000 efectivos en el estado, y que tras el levantamiento del EZLN, habrían llegado a 40.000. Anunció la creación de dos nuevas bases militares. Agregó que las amenazas en la frontera se derivan de bandas del crimen organizado y negó la existencia de grupos de civiles armados, o que al menos éstos sean peligrosos.
2011 año fue marcado por varios comunicados del EZLN, tras un silencio mantenido desde finales de 2008. El primero fue en enero para lamentar el fallecimiento del obispo emérito de San Cristóbal de Las Casas, Samuel Ruiz García. La mayoría de las siguientes cartas fueron parte de un intercambio epistolar entre el Subcomandante Marcos, jefe militar del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) y el filósofo mexicano, Luis Villoro que permitieron hacer pública la lectura zapatista respecto a lo que fue pasando en Chiapas y en el país: radiografía de la guerra declarada por el gobierno federal a la delincuencia organizada y sus consecuencias, contexto político y represión en el estado y a nivel nacional, próximas elecciones en el 2012 y las pocas expectativas que tienen de que impliquen un cambio de fondo, entre otros temas.
En su comunicado del 12 de abril, el Subcomandante Marcos también realizó una fuerte crítica al actual gobierno estatal de Juan Sabines Guerrero, que «persigue y reprime a los que no se unen al falso coro de loas a sus mentiras hechas gobierno, a quien persigue a los defensores de los derechos humanos en la Costa y Altos de Chiapas, y a los indígenas de San Sebastián Bachajón que se niegan a prostituir su tierra, a quien alienta la acción de grupos paramilitares en contra de las comunidades indígenas zapatistas».
El principal eje de la conflictividad en el estado siguió girando alrededor del tema de Tierra y Territorio y/o por el desarrollo de procesos autonómicos. Se realizaron un número particularmente alto de denuncias por parte de las Juntas de Buen Gobierno (JBG) zapatistas. En la mayoría de los casos, los conflictos se originaron presuntamente por disputas de tierras «recuperadas» por los zapatistas, o pasaron por amenazas de despojo de tierras y derechos. Incluyeron agresiones armadas en contra de sus bases. Las Juntas ubicaron estos hechos como parte de un recrudecimiento de la estrategia contrainsurgente en su contra en la que participaron varios actores y organizaciones más cercanas al gobierno.
Otro caso paradigmático, la tensión latente desde hace unos años en la región de Agua Azul, escaló de nuevo a principios de 2011. El 2 de febrero, un enfrentamiento entre indígenas adherentes de La Otra Campaña y un grupo de indígenas priistas que se disputan el control de la caseta de cobro del centro turístico de las cascadas de Agua Azul dejó un saldo de un muerto del lado oficialista y al menos dos heridos. 117 adherentes a La Otra Campaña del municipio de Chilón fueron detenidos de los cuales 107 fueron liberados dos días después. Cabe señalar que el enfrentamiento ocurrió después de una visita del presidente Calderón al estado, en el marco del «Año del Turismo», proclamado por el gobierno federal para este 2011. Las atracciones eco-arqueo-turísticas de Chiapas desde hace unos años han sido objeto de disputa entre opositores, partidarios y actores de los proyectos de desarrollo del gobierno estatal, con el capital privado nacional y extranjero. Si bien a finales de julio fueron liberados los últimos presos de Bachajón, el Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de Las Casas declaró que aunque los ejidatarios recuperaron su libertad física,«aún siguen ‘presos’ de un «proceso unilateral, con la policía y el Ejército federal en sus tierras, y ante proyectos gubernamentales que no fueron consultados con los pobladores».
Cabe resaltar por lo demás que el tema «tierra, territorio, recursos naturales» es motivo de organización y represión más allá del zapatismo o de La Otra Campaña. Fue el motivo principal de varias marchas, peregrinaciones y bloqueos de carreteras, entre otras formas de movilizaciones.