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27/05/2013«Hay aún racismo en la justicia mexicana»,
Leonel Rivero, defensa de Patishtán
«La lucha que estoy haciendo no es sólo para mí. Es para todo el mundo. No sólo yo estoy sufriendo. Muchos estamos presos por injusticias. Algunos por pobres, no pudimos pagar un abogado. Otros porque no sabemos hablar en español. Por eso estoy luchando, porque no existe la justicia».
Alberto Patishtán en entrevista en el documental «Vivir o Morir Por la Verdad y la Justicia»
Tres gobernadores de Chiapas, Roberto Albores Guillén, Juan Sabines Guerrero, y el actual gobernador Manuel Velasco Coello, se han comprometido con la liberación de Alberto Patishtán Gómez, profesor tsotsil recluido en prisión desde el 19 de junio del 2000, sentenciado a 60 años de cárcel. Velasco Coello declaró: «No queremos que vuelvan a existir casos como el del maestro Alberto Patishtán, quien no debió ser encarcelado» y «la liberación de Alberto Patishtán sería un acto de justicia». Por su parte, Juan Sabines dijo: «aquí ha habido un error judicial, hubo negligencia cuando revisaron el expediente», y añadió «va a ser liberado».
Defensa jurídica: un proceso plagado de irregularidades
Alberto Patishtán es profesor indígena tsotsil del municipio de El Bosque en los Altos de Chiapas. Fue sentenciado por participar en una emboscada, durante la cual se le acusa de haber matado a 7 policías, cargo al que se le agrega el de portación de armas de uso exclusivo del Ejército, todos estos correspondientes al fuero federal.
Fue detenido sin orden de aprehensión y obligado a rendir declaración sin abogado presente. La acusación se sustentó básicamente en las declaraciones de los dos testigos sobrevivientes de la masacre, el hijo del presidente municipal de ese entonces, y un policía, cuyas declaraciones presentan graves contradicciones. El hijo del presidente municipal declaró que vio a Patishtán, quien le pegó cuando estaba caído y que tenía la cara descubierta, testimonio contradictorio con el del policía, quien refirió que los asaltantes iban encapuchados. Asimismo, el hijo del presidente municipal fue herido en el estómago, cuando declaró que fue herido por la espalda.
Además, la elaboración de la petición por parte del Ministerio Público Federal, la entrega del escrito al Juzgado y la emisión de la resolución, según los tiempos que aparecen en el expediente, se realizó en tan sólo 15 minutos, lo que deja lugar a dudas sobre la investigación e integración del caso, ya que por extensión en los documentos y la distancia entre las instalaciones ministeriales y el Juzgado, no se podrían haber hecho en tan poco tiempo.
Actualmente, el caso de Patishtán Gómez se encuentra en el Primer Tribunal Colegiado del Vigésimo Circuito de Tuxtla Gutiérrez en donde se podría decidir el reconocimiento de inocencia de Patishtán. El 6 de marzo la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) resolvió no reasumir la competencia para revisar el caso, aunque el proyecto de la ministra Olga Sánchez Cordero planteaba tesis novedosas para favorecer la causa de Alberto Patishtán, al considerar que, si hubiera sido juzgado con los criterios aprobados por la SCJN en los últimos años, seguramente hubiera obtenido su libertad por las graves violaciones procesales que ocurrieron durante su juicio. El proyecto de dictamen también señalaba que Patishtán debía ser liberado de inmediato. Paradójicamente, este proceso se ha visto enmarcado en los últimos meses con la liberación de 15 indígenas acusados de la masacre de Acteal, que suman 73 liberados por dicha masacre desde 2009, no por inocentes sino por violaciones al debido proceso, al igual que la liberación de Florence Cassez, ciudadana francesa conocida por haber sido condenada a 60 años de prisión en 2007 por secuestro, delincuencia organizada y posesión ilegal de armas de uso exclusivo del Ejército, también tras un fallo de la SCJN por fallas en el debido proceso, después de una fuerte presión diplomática.
Apoyo nacional e internacional
Nunca antes ningún preso había concitado tanto apoyo y respeto de parte de organizaciones, mandatarios y movimientos sociales. En enero de 2010 a Alberto Patishtán se le otorgó el Reconocimiento JTatic Samuel Jcanan lum por «su servicio, cuidado y amor a su pueblo». El propio obispo emérito Samuel Ruiz García entró en el penal de San Cristóbal de Las Casas para hacer entrega personal del reconocimiento. El 19 de abril de 2013 unas 8.000, personas convocadas por Pueblo Creyente (en concreto el equipo tsotsil de la diócesis de San Cristóbal de Las Casas, junto con el Movimiento de El Bosque por la Libertad de Alberto Patishtán, y acompañadas por maestros del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) de Chiapas), llevaron a cabo una peregrinación por la liberación de dicho maestro en la capital chiapaneca de Tuxtla Gutiérrez. Amnistía Internacional concluyó que hubo serias fallas en el proceso, entre ellas irregularidades y contradicciones en la declaración del testigo que identificó a Patishtán como responsable de los delitos de los que se le acusan, mientras que existe la evidencia de que Patishtán Gómez se encontraba en otro lugar durante la emboscada. Se realizó el documental «Alberto Patishtán; Vivir o Morir Por la Verdad y la Justicia». Además en los últimos años se han dado infinidad de marchas y campañas por su liberación.
Un ejemplo de inspiración y lucha
A lo largo de los 13 años de privación de libertad, Patishtán Gómez ha sido reconocido como un defensor de derechos humanos, además de maestro y luchador social que ha ido enseñando el camino de la justicia en distintos penales en los que ha estado. Sus compañeros lo han valorado como un ejemplo de inspiración que ha alfabetizado y enseñado español a indígenas monolingües, además de fortalecer la espiritualidad al ser ministro de la eucaristía por la Diócesis de Tuxtla. Ha liderado y participado en innumerables huelgas de hambre y ayunos. En la huelga de hambre de 41 días que tuvo lugar en 2008, fue el único en permanecer encarcelado, de la cual declaró: «Pensamos: si morimos ni modos. Vale más morir luchando por la libertad que resignarnos». Como comentó el mismo Patishtán en una visita de SIPAZ al penal de San Cristóbal de Las Casas, «ahí andamos compartiendo lo poquito que aprendimos», de lo cual ha ganado su apodo popular como «El Profe».