ENFOQUE: Yo te nombro. México, un país de desaparecidos
15/06/2024Actividades de SIPAZ (De mediados de febrero a mediados de mayo de 2024)
15/06/2024
Creo que hoy más que nunca se necesita la fuerza de la articulación, estamos viviendo una temporada de divide y vencerás, pero entre más aislados estemos, más vulnerables somos, necesitamos articularnos para seguir avanzando en la construcción de la paz.
E n abril de 2024, en las instalaciones del Instituto de Estudios e Investigación Intercultural A.C., se realizó el cambio de dirección de la organización. Ernesto Martín Guerrero Zavala dejó el cargo y Gerardo Torres Estrada asumió como nuevo director.
En una entrevista, el Pastor Martín Guerrero nos compartió parte de sus experiencias y aprendizajes, tanto personales como profesionales, durante el tiempo que estuvo al servicio de las comunidades y al frente de procesos organizados por esta institución entre 2004 y 2024.
Primeros años
Martín Guerrero nació en la Ciudad de México, siendo hijo de padre veracruzano y madre chiapaneca. A los 10 años, su familia se mudó al estado de Oaxaca, donde él se familiarizó con las dificultades, los dolores y las luchas de los pueblos originarios y campesinos en su búsqueda de verdad y justicia social. A los 19 años, se casó y comenzó su trayectoria en el pastorado de iglesias cristianas, un rol que sigue desempeñando hasta hoy.
En 1985, llegó a tierras chiapanecas por invitación de un pastor que solicitó su ayuda para atender a la congregación. Durante ese tiempo, fue testigo de numerosos episodios de intolerancia religiosa, que afectaban a personas evangélicas o protestantes. Estas personas sufrían cortes de servicios de agua y luz, insultos, amenazas, la imposibilidad de que los niños asistieran a clases y, en muchos casos, la expulsión de sus familias de las comunidades de origen debido a su fe.
En ese entonces, Chiapas era un estado complejo debido al histórico abandono al que había sido sometido. Las comunidades indígenas y campesinas no recibían atención del gobierno ni justicia. Llegar a Chiapas significó enfrentar esa realidad, la cual aún persiste: “las mismas demandas que tenían los pueblos continúan en el presente”, explica Martín.
Levantamiento Zapatista
Martín recuerda que en 1994 vivía en Tuxtla Gutiérrez, donde prevalecía el miedo y la incertidumbre debido a la dificultad de comunicación y acceso a la información, ya que la tecnología no estaba tan desarrollada como en la actualidad.
La intolerancia religiosa cambió con el levantamiento armado, pues el gobierno dejó de apoyar exclusivamente a las comunidades católicas y comenzó a vincularse con grupos cristianos. Para abordar estos conflictos, se estableció una mesa de diálogo entre católicos y evangélicos, lo que llevó a la creación del consejo interreligioso de Chiapas, una instancia en la que Martín ha colaborado.
Llegada al IESII
Martín y su esposa conocieron el Instituto a través de un taller impartido por una voluntaria en la iglesia donde él era pastor. En otro taller, Miriam, la esposa de Martín, quedó profundamente impactada al compartir con personas de la iglesia católica en un espacio con actividades lúdicas, coordinado tanto por evangélicos como por católicos. Llorando, ella le dijo “es muy difícil explicarlo con palabras, pero puedo decirte que descubrí que las personas católicas, que yo pensaba que no eran cristianas, tienen una experiencia de Dios profunda que yo no tengo, y que no puedo negar que fue Dios el que se la concedió, ya no me siento con derecho a juzgarlos”. Poco después Martín se unió como voluntario al Instituto, dedicando 3 días a la semana entre 2004 y 2006. En 2006 asumió el rol de coordinador, que desempeñó hasta 2014, cuando el título de coordinación fue cambiado por el de dirección.
Proyectos Actuales del IESII
Desde su creación, el IESII ha trabajado en varios temas de manera ecuménica y hacia un público ecuménico: Espiritualidad Ecológica Transformadora; Soberanía alimentaria y Resiliencia. En todos los procesos formativos, se ha buscado que el ecumenismo prevalezca, siguiendo la consigna del ex obispo Don Samuel Ruiz al inicio del IESII: “crear una organización para que la gente de diferentes confesiones pueda reunirse y compartir, pero no para hablar de temas religiosos porque eso ya los divide; júntenlos para hablar de necesidades que tengan en común, asegurándose que en el proceso la gente se llegue a respetar y a querer”. Martín considera que esta fue una visión muy sabia. Actualmente, se desarrollan actividades en los municipios de Bellavista, San Juan Chamula, Chenalhó, San Cristóbal, Huixtán, Ocosingo, Altamirano, Teopisca San Fernando y Tuxtla Gutiérrez.
Huellas en el corazón 20 años después
El encuentro con personas de otras confesiones y la comprensión de que Dios no pertenece a ninguna denominación específica, han abierto caminos de esperanza y de alternativas consolidadas. Martín se siente agradecido por haber conocido y caminado junto a muchas personas comprometidas. Los momentos espirituales más profundos para él han sido aquellos en los que ha participado en encuentros con la cosmovisión maya, y en de los pueblos originarios guiadas por sus líderes: “Agradezco profundamente que hayan abierto sus corazones para permitirme participar dándome una bienvenida y haciéndome saber que el camino es el respeto, que, si pides permiso para hablar, las personas no solamente te dejan hablar, te abren su corazón”.
Es importante recordar a Jesús encarnado, que camina y llora con las personas, poniéndose en los zapatos de quienes sufren, y esa debería ser la guía para todos. Debemos entender que la versión de Dios que cada ser humano tiene es incompleta, y que lo único a lo que se puede aspirar es a ir llenando esos vacíos mediante el diálogo con el prójimo. “Dios está en la palabra de mi prójimo y siempre será así ¿me doy permiso para escuchar a Dios en la palabra de mi hermano cuando está haciendo un reclamo, cuando exige justicia social, cuando está llorando por su ser querido desaparecido? Toda teología es un ídolo en sí misma, a menos que tenga la capacidad de ponerse en diálogo con las otras teologías, esto es realmente lo que nos puede ayudar a encontrar el camino a la construcción de la paz”, reflexionó Martín.
Esperanzas frente al contexto actual de violencia
A pesar de los desafíos del entorno, Martín mantiene una actitud positiva constante: “Hay esperanza en las personas, iglesias u organizaciones que frente a las amenazas se levantan, dispuestas a seguir reflexionando sobre el contexto actual y buscar caminos de transformaciones, determinados a no detenerse en el camino de la construcción de la paz”, nos dijo.
Él ve un desafío y múltiples oportunidades en el trabajo con niñeces y juventudes: “Tenemos una responsabilidad muy fuerte con las nuevas generaciones y en la medida que estamos trabajando con jóvenes y niñez estamos cultivando la esperanza, los datos que hay de reclutamiento para grupos criminales son alarmantes por la cantidad de jóvenes y niños que han sido afectados. Es importante atender a esta generación desde los distintos espacios en que nos encontramos, cuidando lo que sembramos en las mentes y corazones de quienes nos rodean”.
Desde su experiencia y su compromiso con la esperanza, Martín está considerando la creación de una pastoral por la paz que involucre a pastores evangélicos, “en temas que no son tan prioritarios para ellos pero que son fundamentales para nuestro contexto, ver como sumamos a las articulaciones que ya existen y no como le restamos, hay que fortalecerlas”.