ENFOQUE: Desplazamiento forzado: crisis global, incapacidad nacional
06/09/2023Actividades de SIPAZ (De mediados de febrero a mediados de mayo de 2023)
06/09/2023“¿Qué necesidad, qué insistencia tenemos de separar las preocupaciones de los adultos de las de las infancias y juventudes? No son diferentes, pero nos gusta separarlas. Seguimos en esta lógica de separación: de un lado están los espacios de juegos y diversión; del otro, los espacios de preocupaciones de los adultos. Si hacemos un diálogo intergeneracional, si los adultos pueden escuchar a las infancias sin criticar, ¿qué pasaría en nuestras ciudades?”
E n agosto, se llevó a cabo en San Cristóbal de Las Casas el Foro “Hilando alternativas con las niñeces de en Chiapas” convocado por Melel Xojobal, la Red por los Derechos de las Infancias y Adolescencias (REDIAS) y Slamalil Kinal. Sus objetivos: visibilizar las principales problemáticas que están enfrentando y afrontando las niñeces y adolescencias en el estado; así como articular y fomentar el análisis y la colaboración entre organizaciones y colectivos para el fortalecimiento de alternativas hacia estos sectores. Ello, partiendo de la palabra de niñas, niños y adolescentes (NNA), sus sueños y propuestas frente a nuevos escenarios de violencia.
El evento se desarrolló en tres grandes momentos: un panel titulado “¡Somos presente y queremos la vida buena!”, integrado y facilitado por NNA trabajadores y partes del proyecto Kolem Ko´ntontik que se desarrolla en San Cristóbal de Las Casas; una mesa apuntando más al diagnóstico sobre lo que sucede en la ciudad y el estado, y sus impactos en niñeces y adolescencias; y una última mesa —“Hilamos un nosotrxs por la Vida y por la Paz”— girando alrededor de las propuestas que se están dando y/o que se tendrían que consolidar.
El panorama que se construyó entre varias voces, incluida las de las niñas, niños y adolescentes, fue bastante desolador. El panel de mujeres adolescentes con el que se abrió el evento nos habló de San Cristóbal de Las Casas como un pueblo no tan mágico donde ha crecido la inseguridad, las balaceras, los enfrentamientos entre grupos armados, las desapariciones y muertes. Eso no les impide tener propuestas para un presente más digno y logran proyectarse a futuro imaginándose chef o doctora, con un sentido de realización personal, pero también de ponerse al servicio de los demás, de las comunidades.
La mesa que siguió se centró en el diagnóstico de lo que está pasando en la ciudad, el estado, en México, las viejas y nuevas formas de violencia y sus impactos en las niñas, niños y adolescentes.
Melel Xojobal nos habló de las “violencias criminales como una realidad cotidiana, en la cual el enganche para el crimen organizado se perfila como una emergente forma de violencia que va en aumento” en San Cristóbal de Las Casas. La población en mayor riesgo son adolescentes de 12 a 14 años que, mayoritariamente, “habitan en zonas donde operan grupos criminales, viven violencia en el ámbito familiar, no asisten a la escuela, tienen empleos precarios o están desempleados, y tienen algún consumo problemático de drogas o de alcohol”, subrayó. Asimismo, lamentó que el enganche es sólo una de las violencias “más visibles en un continuo de violencia que enfrentan a lo largo de su vida: desde la violencia familiar, que es el delito más común en Chiapas, hasta la desaparición y el homicidio” (estos dos últimos delitos han ido aumentando a nivel local y estatal con impactos crecientes en niñeces y adolescentes).
La Red de Infancias en México (REDIM) amplió las perspectivas compartiendo elementos de un informe nacional titulado “La infancia: objetivo de grupos criminales. Reclutamiento y utilización de niños, niñas y adolescentes en el detrimento de sus derechos”. Mientras el reclutamiento implica una pertenencia más formal a estructuras criminales, se identifican muchas otras formas de “utilización” en tareas diversas como mandados, limpieza, vigilancia (halcones), venta y transporte de drogas, meseras en bares y cantinas, explotación sexual, sicariato, entre otros.
Otra forma de problemática que se visibilizó fue la niñez en situación de movilidad. Voces Mesoamericanas mencionó el “mosaico” de realidades: niños chiapanecos que salen de sus comunidades para llegar a la ciudad, a trabajar de jornaleros en el norte de México, o que se van a Estados Unidos para reunificación familiar; niños desplazados; niños de Centro y Sur América, o incluso de África, que llegan a Chiapas buscando cruzar el país para llegar a Estados Unidos. Uno de los retos que Voces identifica para la acción es que, en más de una zona, el crimen organizado se convirtió en una de las pocas alternativas para no migrar. Las juventudes necesitan una fuente de trabajo digno o dinero para quedarse en sus territorios. Chiapas, siendo de los estados más pobres del país, tiene poco que ofrecer a sus jóvenes.
Se visibilizaron también el aumento de los casos de suicidios de jóvenes en los Altos de Chiapas; así como el racismo que se prevalece hacia las poblaciones indígenas.
La siguiente mesa de trabajo permitió conocer algunas de las respuestas que se están consolidando, sus aprendizajes y retos, delineando ideas para seguir tejiendo alternativas. Arte, deporte, formas creativas de abordar distintos temas, recuperación de lenguas indígenas, actividades vinculadas a la preservación del medioambiente, espiritualidad y cultura son elementos que impulsan muchos de los colectivos, organizaciones y estructuras barriales que compartieron sus experiencias.
Sistematizando los aportes, la Iniciativa Withaker por la Paz y el Desarrollo (wpdi) nos desafiaba a pensar no nada más en abrir espacios de participación para las infancias y adolescencias, sino que, a desarrollarlos con ellos y ellas, a soñar el futuro a través verdaderos diálogos intergeneracionales.
Finalizando el día, Melel Xojobal reflexionaba sobre la importancia de seguir hilando acciones y redes, “sin armar nudos”, superando las desconfianzas que se agudizan en medio de tanta violencia. A cambio, veía clave afirmar la alegría, las esperanzas, los protagonismos y agencias de las niñas, niños y adolescentes. Asimismo, subrayó el valor de ir juntando diferentes miradas y perspectivas para poder mejorar nuestros acompañamientos. Nutrido por este espacio conjunto, espera poder publicar un diagnóstico más amplio sobre la situación en San Cristóbal de Las Casas.
Una representante de Slamalil Kinal compartió por su parte: “El panorama está desolador en el estado. Pero queremos seguir apoyando y consolidando espacios que construyen alternativas. Veo un panel de puras mujeres adolescentes y sigo viendo esperanza y resiliencia. Nuestras niñeces y adolescencias son semillas de futuro. Como dice el experto en Transformación Positiva de Conflictos, Juan Pablo Lederach, construir la Paz es como escuchar la milpa crecer. Bueno, siendo él de Estados Unidos hablaba de césped… Pero el punto es que no perdamos la esperanza, la perspectiva de futuro y sigamos atentos a lo que sigue creciendo a pesar de todo”.