ENFOQUE: Niñeces y adolescencias violentadas en México. El caso de Chiapas
11/12/2024Actividades de SIPAZ (De mediados de agosto a mediados de noviembre de 2024)
11/12/2024Año Jubilar, 100 años de jTatik Samuel
N/dropcap]oviembre del 2023 marcó un momento significativo para la Diócesis de San Cristóbal, al celebrarse 100 años del nacimiento de Samuel Ruiz García, obispo que dedicó su vida a la defensa de los derechos de los pueblos indígenas y que, hasta el día de hoy, es recordado cariñosamente como jTatik Samuel. Su legado sigue vivo, recordándonos la importancia de la justicia social y la dignidad humana.
El 3 de noviembre, fecha de su nacimiento, fue el día elegido por la Diócesis como el día para dar inicio al año jubilar, durante el cual se han llevado a cabo una serie de eventos que culminarán con la tradicional peregrinación del Pueblo Creyente el 25 de enero de 2025.
El año jubilar, titulado “jTatik Samuel, caminante en el corazón de los pueblos. Memoria y horizontes” enmarcó, a lo largo del 2024, la celebración de los 50 años del Congreso Indígena de 1974 y los 10 años del Congreso de la Madre Tierra de 2014. Sin embargo, la violencia que azota al estado en diferentes regiones fue una constante durante este periodo, motivando también una serie de peregrinaciones en varios municipios. Entre estas, destacó la del 13 de septiembre en la capital del estado Tuxtla Gutiérrez, que fue particularmente impactante debido al número de participantes y a la unión de las tres diócesis de Chiapas, algo sin precedentes.
Como una muestra más de la violencia criminal que impera en Chiapas, el 20 de octubre las celebraciones del año jubilar se vieron ensombrecidas por el terrible asesinato del Padre Marcelo Pérez. Hecho que conmocionó e indignó a comunidades enteras, tanto en Chiapas como a nivel internacional. Tras este lamentable suceso, el 3 de noviembre se llevó a cabo otra peregrinación multitudinaria que, además de conmemorar el nacimiento de Don Samuel, estuvo marcada por reclamos y exigencias de justicia para el Padre Marcelo. Si bien se esperaba que el evento convocara a miles de personas, la asistencia superó ampliamente las expectativas, demostrando una vez más que la injusticia y el dolor avivan en el corazón de los pueblos, la llama de la tan añorada paz con justicia.
En este contexto, el año jubilar no solo ha sido una celebración de la vida y obra de jTatik Samuel, sino también una oportunidad para reflexionar sobre los avances y retos que aún persisten en la defensa de la tierra y de los derechos indígenas en Chiapas y en todo México. El legado de jTatik Samuel y, ahora, el del Padre Marcelo nos invitan a seguir trabajando por un mundo más justo, donde la voz de cada comunidad sea escuchada y respetada.
50 años del Congreso Indígena
Uno de los hitos más importantes en la trayectoria de jTatik Samuel fue el Congreso Indígena de 1974, celebrado en la ciudad de San Cristóbal de las Casas, Chiapas. Este evento reunió a representantes de los pueblos indígenas Tseltal, Tsotsil, Tojolabal y Ch’ol , bajo el lema “Igualdad en la justicia”. Durante 4 días, las comunidades dialogaron sobre la necesidad de un cambio social, trabajando en torno a cuatro ejes principales: tierra, comercio, educación y salud. JTatik Samuel desempeñó un papel fundamental en la organización de este Congreso, que se convirtió en un espacio de diálogo y reivindicación para los pueblos originarios. Fue un momento histórico que sentó las bases para futuros movimientos sociales.
A 50 años de este evento sin precedentes, nuevamente en San Cristóbal de las Casas, y tras una serie de pre congresos en distintas regiones de Chiapas, más de 1.200 personas de los pueblos Tsotsiles, Tseltales, Tojolabales, Ch’oles, K’anjobales y mestizos se reunieron en las instalaciones del CIDECI para rememorar el Congreso del 74, reflexionar sobre su legado y analizar las problemáticas actuales en los territorios. Durante tres días de diálogos y análisis, las comunidades señalaron “hoy, ante una nueva etapa de colonización, donde es atacado el modo de vida de nuestros pueblos originarios, rompiendo las relaciones comunitarias y la sabiduría de nuestras culturas; necesitamos caminar juntos como pueblos, con rostro propio y en un solo corazón”. Asimismo, acordaron continuar trabajando de manera organizada en favor de la vida, el cuidado de la Madre Tierra y la búsqueda de la paz con justicia y dignidad.
Congreso de la Madre Tierra
Desde mediados de 2023 la Pastoral de la Madre Tierra de la Diócesis de San Cristóbal comenzó a trabajar para la conmemoración del Congreso de 2014. A través de pre congresos realizados en las diferentes zonas pastorales, se compartieron acciones y reflexiones sobre el cuidado de la tierra y el trabajo realizado en los últimos 10 años. Finalmente, en junio, las comunidades se reunieron en Naichén para celebrar una década de caminar juntas en la defensa de la Madre Tierra.
En este encuentro, recordaron las palabras del Papa Francisco en su encíclica Laudato si’, donde afirma: “la Madre tierra, la madre bella que nos protege y nos acoge, está gritando y está clamando por el daño que le estamos haciendo, hemos crecido como si fuéramos dueños/as de la tierra, se nos ha olvidado que nosotros somos parte de la tierra, pero no es nuestra”. Sobre esta reflexión, las comunidades añadieron: “veamos los síntomas de nuestra Madre Tierra, porque está enferma, pero debemos no sólo ver los síntomas, sino también las causas, la raíz de por qué la Madre Tierra está enferma y se está muriendo, ver las causas y hacer algo, algunas de estas son la sobre explotación y contaminación. Las estructuras de poder, los gobiernos, las empresas de este sistema capitalista que impone una manera de producir, impone “Trenes Mayas”, impone mega proyectos. Estas estructuras de poder son las que más están contribuyendo a que la Madre tierra se enferme y esté muriendo”.
“Nosotros también hemos contribuido, la hemos desnudado a nuestra Madre Tierra talando, la hemos quemado, la hemos ensuciado con los drenajes que van al río y la basura que desechamos. También la hemos envenenado cuando trabajamos con químicos, herbicidas y también nos envenenamos nosotros”, agregaron.
Durante el encuentro, se compartieron los esfuerzos que se realizan en cada zona para proteger y sanar a la Madre Tierra. Estas iniciativas incluyen la recolección de basura, la prohibición del uso de desechables en fiestas y celebraciones religiosas, la reforestación, la prohibición de la tala hasta la creación de proyectos agroecológicos, así como la reconexión con la espiritualidad ancestral. Finalmente, se comprometieron a continuar trabajando en comunidad por la defensa y cuidado de la Madre Tierra.
No tenemos miedo
“No le tengo miedo ni a la muerte ni a la cárcel, porque se puede encarcelar el cuerpo, pero la lucha por los ideales jamás”, dijo el Padre Marcelo en una entrevista al medio Desinformémonos, palabras que solía repetir en diversos espacios cuando era cuestionado sobre las amenazas que recibía.
La muerte de Padre Marcelo trastocó profundamente los corazones de la gente. Dolor, rabia, impotencia, indignación y miedo fueron algunos de los sentimientos que invadieron a miles al conocer la noticia de su asesinato. Sin embargo, al recordar sus palabras, su presencia y la forma en que caminaba con el pueblo, estos sentimientos se transformaron en semillas de unión y fortaleza para continuar la lucha. “Movió nuestro corazón y el de nuestra comunidad, fue un impulso para despertar. Nos deja la tarea de seguir construyendo la paz, la justicia y la verdad”, expresaron integrantes del Pueblo Creyente.
La lucha por la defensa de la tierra y en favor de la paz y la justicia nunca ha estado exenta de desafíos y tragedias. Su muerte fue un recordatorio doloroso de los riesgos que enfrentan aquellos que defienden la justicia y la igualdad.
El trabajo del Padre Marcelo se centró en la búsqueda de paz, la mediación y la reconciliación entre los pueblos, así como en la defensa de la Madre Tierra. Como indígena tsotsil, conoció en carne propia los dolores de quienes acompañó hasta el último de sus días. “Creo firmemente que la verdadera paz se alcanza dialogando, no disparando, matando o golpeando. Es el que hace eso, el que ha perdido la razón. Recuperando la razón es posible la paz”, solía afirmar.
Es fundamental recordar que la lucha por la justicia social ha sido y sigue siendo un camino que requiere compromiso y valentía. jTatik Samuel y Padre Marcelo son ejemplos vivos de esta entrega. A través de su caminar, su lucha y su amor hacia los pueblos y la construcción de una paz con justicia nos enseñaron cómo la fe y la acción pueden unirse para transformar realidades y construir un futuro más esperanzador.
No tenemos miedo, no tenemos miedo. No tendremos miedo nunca más. Quiero que mi país sea feliz con amor y libertad