En septiembre, la Cámara de Diputados aprobó la iniciativa del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) que otorga a la Secretaría de la Defensa Nacional el control total de la Guardia Nacional.
Los últimos acontecimientos en Chiapas y México muestran una guerra con otras caras y otras formas. Los medios informan sobre grupos del crimen organizado que secuestran y desaparecen personas; las estrategias de criminalización y asesinato de defensores de derechos humanos en el país ya no exentan los espacios religiosos; hay enfrentamientos que cobran la vida de civiles y un constante atentado contra la dignidad de los pueblos indígenas.
En lo que se ha llegado a caracterizar como crisis de derechos humanos en México, son muchos los ejes temáticos en los que no se ve un avance significativo a la fecha.
Imágenes espantosas y alarmantes, dan la vuelta al mundo en estos días: peluches ensangrentados, frentes de edificios destruidos por los bombardeos, gente asustada en refugios antiaéreos, cuerpos sin vida en medio de una calle, ruinas y lo que, en algún momento, fue una ciudad floreciente, con vida, arte, alegría, con paz.
Los asesinatos de las periodistas Yesenia Mollinedo Falconi y Sheila Johana García Olvera, ocurridos el 9 de mayo de 2022 en Veracruz, así como el de Luis Enrique Ramírez Ramos, periodista y analista político quien fuera secuestrado y asesinado apenas cuatro días antes en el norte del país, hicieron ascender a 11 el saldo de comunicadores ejecutados en México en lo que va del año 2022.
En marzo, Amnistía Internacional (AI) presentó su informe sobre la situación de los derechos humanos en 2021 e inicio de 2022 a través de un evento realizado en la Ciudad de México.
Al hablar de derechos humanos en Chiapas, y en especial, de la defensa de los derechos de los pueblos indígenas, es imposible no evocar la gran labor del obispo Samuel Ruiz García. Su legado sigue siendo hasta el día de hoy un referente y una fuente de inspiración para quienes caminan en la lucha por la dignidad de los pueblos.
El vigésimo séptimo informe de actividades del Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan Tu nombre que nunca olvido presenta el panorama en el que se desarrolla una crisis de derechos humanos que desde hace décadas mantiene abiertas las heridas de la población guerrerense.
A diez años de la entrada en vigor de la Ley para la Protección de Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas, en enero, la Secretaría de Gobernación inició los trabajos para reformarla.
El escenario de violencia en Chiapas y sus diversos elementos de complejidad, se han colocado en la mirada pública de manera alarmante en los últimos meses a pesar de estar presentes desde hace décadas (sino es que siglos).
Si tenemos la oportunidad de ver algún documental que nos muestre imágenes de las décadas de los ‘60 y ‘70 en Chiapas, no es difícil que nos deje pensando en que esas mismas tomas podrían haber sido filmadas hoy mismo.