ACTUALIDAD: México: De percepciones y contrastes
27/02/2020ARTÍCULO: 25 años de las Brigadas Civiles de Observación en Chiapas – “Cuando la solidaridad se hace presente”
27/02/2020Durante los primeros años del siglo XVI, el conquistador español Hernán Cortés realizó múltiples expediciones para encontrar la mejor vía para trasladar mercancía y materias primas a España. Para comprobar si eran aptas para ese proyecto el rey Carlos V ordenó que se examinaran las tres zonas más estrechas del continente: el Darién, Nicaragua y el Istmo de Tehuantepec[1]. Finalmente, no se encontró en el istmo ninguna conexión fluvial para el transporte por buques de carga entre los dos océanos.
Interés norteamericano: Intentos de adquirir el Istmo
A mediados del siglo XIX, volvió a surgir el interés en el Istmo de Tehuantepec como vía de transporte de mercancías, esta vez por parte de los Estados Unidos. Realizaron varios intentos de apropiación de ese territorio, empezando con la firma del Tratado de Tehuantepec en 1850. Con ello el gobierno mexicano se comprometía a dar garantías a la empresa Tehuantepec Railway Company para realizar un proyecto ferroviario por el Istmo de Tehuantepec y proteger a los empresarios, y sus empleados, durante la construcción. Sin embargo, el tratado fue anulado dos años más tarde, y los técnicos que estaban realizando el estudio de reconocimiento del área fueron forzados a abandonar el país.
Por presión continua, en 1857, “Louisiana Tehuantepec Company” obtuvo un permiso para la construcción de una vía de comunicación en el Istmo, pero el gobierno mexicano mantuvo el control de los puertos abiertos para el comercio en el Golfo y el Pacífico. Dos años después se firmó el tratado McLane-Ocampo en Veracruz con el que México cedió a los EE.UU. el derecho de vía por el Istmo a perpetuidad, la aceptación de presencia militar norteamericana en esa zona, así como la promesa de no conceder privilegios parecidos a otras naciones, todo ello por un pago de 4 millones de dólares. Aunque este tratado igualmente fue anulado por el gobierno estadounidense un año después, las concesiones otorgadas para construir la vía interoceánica siguieron vigentes hasta octubre de 1866.
El sistema ferroviario mexicano bajo Porfirio Díaz
La estrategia económica de Porfirio Díaz (1876-1911), se enfocó en el otorgamiento de un sinfín de concesiones a empresarios europeos, buscando prosperidad y un contrapeso ante las intimidaciones de Estados Unidos. Entre otros, contrató Weetman Pearson de la empresa londinense Pearson and Sons para construir el Puerto México, que hoy en día lleva el nombre de Coatzacoalcos. Pearson también fue contratado para la construcción la vía férrea Veracruz-CDMX, y la remodelación de la vía de Tehuantepec, cuyas obras habían comenzado en 1859, y que, por fin, fueron inauguradas en 1907.
Después del auge económico generado por la política exterior de Díaz, aunque sin beneficios para los mexicanos, siguió un periodo de crisis, entre otros, influenciado por la apertura del Canal de Panamá en 1914, que “acaparó la mayoría de la carga que anteriormente pasaba por el Istmo”[2], y desvalorizó la zona como ruta interoceánica.
Reactivando y concretando la idea de la vía interoceánica
Aunque en tiempos de la presidencia de Gustavo Díaz Ordaz (1964-1970) ya se pensó en la reactivación de las vías férreas del Istmo de Tehuantepec, fue hasta los años noventa con el gobierno de Ernesto Zedillo (1994-2000), que los planes empezaron a concretarse. Mientras se hablaba de una ampliación del Canal de Panamá, Zedillo planteó el Programa Integral de Desarrollo Económico en el Istmo de Tehuantepec, el cual previó el desarrollo de 11 sectores, entre ellos el Corredor de Transporte Interoceánico de Salina Cruz, Oaxaca, a Coatzacoalcos, Veracruz, con el fin de integrar la región al desarrollo mundial.
Su sucesor, Vicente Fox (2000-2006), presentó el Plan Puebla-Panamá, el cual fue firmado en marzo de 2001 y debía abarcar los estados mexicanos de Puebla, Veracruz, Tabasco, Campeche, Yucatán, Quintana Roo, Guerrero, Oaxaca y Chiapas, así como Guatemala, Belice, Honduras, El Salvador, Costa Rica y Panamá. Pretendió mejorar la infraestructura de esa zona a través de la construcción y remodelación de carreteras, vías férreas, aeropuertos, puertos, hidroeléctricas e instalaciones petroleras. Su intención era la generación de empleos mediante la implementación de microindustrias y la promoción de la concertación de planes y estrategias conjuntas de desarrollo entre el Sur-Sureste de México y los países centroamericanos.
En 2007, durante el sexenio de Felipe Calderón (2006-2012), se anunció el Sistema Logístico del Istmo de Tehuantepec que buscaba implementar un canal multimodal que complementara al Canal de Panamá vía la modernización de las carreteras, ferrocarriles y puertos del Istmo.
Finalmente, ninguno de los tres proyectos prosperó, sea por las condiciones económicas que no lo permitieron o por otras razones, una de ellas siendo la resistencia indígena en el Istmo. La revista Milenio calcula que se han perdido más de 15 mil millones de dólares en los últimos 35 años por acciones de resistencia contra la implementación de proyectos en la región que considera un “cementerio de proyectos”.
Con Enrique Peña Nieto (2012-2018) y su Plan Istmo Puerta de América, el proyecto se amplió aún más. Ese plan pretendió no solo el transporte de mercancías sino también la transformación de materia prima para la exportación como producto mexicano. En 2016, presentó las Zonas Económicas Especiales (ZEE), mismas que a través de la industrialización buscaban reducir la pobreza permitiendo el acceso a servicios básicos.
Con las ZEE se previó el establecimiento de un corredor industrial que conectara las costas del Pacífico y del Golfo de México. Se establecieron 7 ZEE en todo el país: Lázaro Cárdenas-La Unión (Michoacán y Guerrero), Coatzacoalcos (Veracruz), Salina Cruz (Oaxaca), Puerto Chiapas (Chiapas), Progreso (Yucatán), Seybaplaya (Campeche) y Dos Bocas (Tabasco). El proyecto del Istmo de Tehuantepec se destacó como primera etapa por lo que en 2018 la Cámara de Diputados federal canalizó 100 millones de pesos para arrancar el proyecto.
En abril de 2019, el nuevo presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), anunció la “desaparición” de las ZEE al considerar que no habían cumplido con su fin. “Era para supuestamente ayudar, pero nunca hicieron nada por ayudar; hicieron negocios, compraron terrenos y derrocharon recursos”, justificó. Aclaró que su administración priorizaría los proyectos de desarrollo regional a través de, entre otros, el Tren Maya, la refinería Dos Bocas y el Corredor Transístmico.
El Proyecto Transístmico en la actualidad
Cinco siglos después de los planes de Carlos V, el 14 de junio de 2019, se emitió un decreto que dio a luz al denominado Programa para el Desarrollo del Istmo de Tehuantepec, promovido por el gobierno de AMLO. El eje principal de ese mismo proyecto será el Corredor Multimodal Interoceánico que busca hacer realidad lo que muchos habían planeado antes: el transporte de mercancía entre los dos océanos a través del Istmo de Tehuantepec. El Programa incluirá la construcción de diferentes medios de transporte y la ampliación de la industria en esa región con el fin de competir en los mercados mundiales de movilización de mercancías.
En una carta dirigida al presidente estadounidense en el verano de 2018, AMLO mencionó su plan por primera vez: “Se creará un corredor económico y comercial en el Istmo de Tehuantepec. […] Se trata de un corredor de 300 kilómetros donde se construirá una línea ferroviaria para el transporte de contenedores. Este proyecto implica aprovechar la ubicación estratégica de esta franja del territorio nacional para unir al Pacífico con el Atlántico y, con ello, facilitar el transporte de mercancías entre los países de Asia y la costa este de los Estados Unidos.”
Rafael Marín Mollinedo, designado Director General del proyecto transístmico y anteriormente responsable de las Zonas Económicas Especiales, destacó el desarrollo del Istmo de Tehuantepec como “una tarea urgente”, debido a su “rezago económico y la marginación social”.
El futuro del Istmo de Tehuantepec en las en palabras del gobierno
El 23 de diciembre de 2018, el proyecto fue presentado oficialmente durante una gira de trabajo que realizó el presidente mexicano en Oaxaca. Afirmó que uno de los objetivos principales debe ser el impulso de un nuevo modelo de crecimiento económico, la conservación de la biodiversidad, el agua, el suelo y el aire, así como el reforzamiento de la cultura e identidad regional de los pueblos originarios.
Según la propuesta del gobierno, el Corredor Interoceánico Istmo de Tehuantepec será la “columna vertebral” del Programa para el Desarrollo del Istmo. Primero se retomará el proyecto de antaño: una línea ferroviaria entre los puertos Salina Cruz, Oaxaca y Coatzacoalcos, Veracruz. Se pretende modernizar este ferrocarril de 304 km. y rectificar algunas curvas y pendientes, para incrementar su velocidad de 40 a 60-80 km/h. Las obras de modernización en sí tardarán unos tres años. Además, se quiere ampliar los puertos en las respectivas costas, para poder recibir buques de carga. Otra parte del proyecto será la construcción de una nueva autopista a lo largo del corredor, la modernización de la carretera MEX-185 y de otros caminos.
Respecto a la industria, se planea incrementar la producción de derivados de petróleo por la rehabilitación de las refinerías de Minatitlán y de Salina Cruz y, asociado con ello, el mantenimiento del oleoducto de 220 km. que transportaría el Gas Natural que debe abastecer a las industrias y comunidades en la región. Para garantizar un suministro de energía eléctrica y dotar de comunicaciones a las industrias que se instalen y a las comunidades del Istmo, se pretende el desarrollo de centrales eólicas, incluyendo la construcción de 5 subestaciones eléctricas y la instalación de fibra óptica subterránea. Anunció además que, en 2020, el Istmo de Tehuantepec se declarará zona libre, significando esto que se bajarán los impuestos para empresas en ese territorio y que habrá apoyos fiscales para atraer inversiones que generen empleos.
Mollinedo describió el Corredor Interoceánico como “la punta de lanza” de más proyectos a su alrededor entre otros seis parques industriales a lo largo del corredor. Allá se deberán transformar las materias primas con el fin de generar valor agregado y fortalecer la economía. Alejandro Murat, gobernador del estado de Oaxaca, por su parte expresó “que este proyecto significa para Oaxaca y el sureste de México lo que en su momento el Tratado de Libre Comercio. […] Oaxaca está de fiesta”.
Objetivos e intenciones: “Cortinas de desarrollo”
Rafael Marín Mollinedo considera que las causas principales del rezago económico y la pobreza en la región del Istmo tienen que ver con los niveles bajos y decrecientes de inversión pública y privada, así como con mercados locales débiles y estructuras económicas frágiles y poco diversificadas. A través de la modernización y construcción de la infraestructura física y digital se pretende atraer inversión privada para que el Estado pueda “dirigir la economía y orientarla hacia la generación de bienestar” de la población. Mollinedo afirma que los que más beneficiarán del proyecto serán los grupos más vulnerables y menos favorecidos de la población.
Como ya había mencionado AMLO en su carta a Donald Trump uno de los objetivos del proyecto es la creación de empleos con el fin de arraigar a la población en la región y evitar “que los jóvenes de la región sigan emigrando hacia el norte en busca de trabajo”. Cabe destacar que la zona libre del Istmo de Tehuantepec coincide con la zona de contención definida en el Programa Frontera Sur para el control migratorio. El Plan Nacional de Desarrollo del gobierno actual busca que “los proyectos regionales de desarrollo actúen como «cortinas» para captar el flujo migratorio en su tránsito hacia el norte”.
En términos logísticos, cabe mencionar que el transporte de mercancías por la vía interoceánica del Istmo de Tehuantepec sería mucho más rápido que cruzando el Canal de Panamá, donde hay que tomar en cuenta alrededor de 10 días de espera. “El Canal de Panamá está saturado, entonces esto puede ser una válvula de alivio para la demanda que existe y que no se ha podido atender en el Canal de Panamá”, comentó Mollinedo.
El Corredor Transístmico en relación con otros megaproyectos
El Corredor Transístmico tiene una relación estrecha con otros megaproyectos como el Tren Maya o la refinería Dos Bocas. Representan los tres proyectos principales del gobierno de AMLO para el Sur y cuyo funcionamiento se pensó de manera articulada.
Dos Bocas se construirá en el estado de Tabasco, terminando las obras en 2022, para extraer petróleo ya que el 84% de reservas probadas de petróleo de todo México se encuentra en esta zona. El Tren Maya pasará a lo largo de la península Yucatán desde Cancún hasta Palenque, funcionando como atracción turística durante el día y como tren de carga durante la noche. Junto con el Corredor Transístmico combinan la extracción y mercantilización de recursos con la exportación hacia los mercados de Asia, Europa y Estados Unidos.
Geocomunes destaca que las empresas asentadas en la zona libre del Istmo de Tehuantepec tendrán el “control del derecho de paso” sobre sus territorios lo que les facilitará “limitar la movilidad de personas de acuerdo con sus intereses”. Según Geocomunes esto significa que “esta región particular sería el espacio de inicio en la Nueva Frontera Sur”.
Consultas indígenas cuestionadas
Cuando el proyecto fue anunciado, Rafael Marín Mollinedo, aseguró que uno de los criterios básicos será el respeto a la opinión de las comunidades y los pueblos indígenas del Istmo. Se comprometió a “no hacer nada sin consulta” pero también dijo que estaba seguro “que la gente va a apoyar este proyecto”.
En noviembre de 2018, ya se había realizado una primera consulta ciudadana en la cual participaron alrededor de 946 mil mexicanos a nivel nacional, que decidieron sobre 10 proyectos del gobierno morenista. El tren del Istmo de Tehuantepec recibió el respaldo del 90%.
La Consulta Indígena de los pueblos originarios del Istmo de Tehuantepec se realizó los días 30 y 31 de marzo de 2019. A finales de abril AMLO dijo que “ya se hizo la consulta y la gente está en favor del proyecto transístmico; porque la gente sí quiere que haya trabajo y que haya bienestar”. Afirmó que habían participado 3 mil 397 personas (hay más de un millón de indígenas viviendo en la región del Istmo). Activistas y defensores comunitarios criticaron que solo se invitó a algunos representantes de las comunidades, y que la mayoría de los presentes fueron consultados bajo la presión de que sus proyectos de obras y otras necesidades no podrían ser concedidos si no aprobaban el proyecto del ferrocarril primero.[3]
“No se puede aprobar ningún megaproyecto sin discutirse en asamblea sin saber cuáles serán los impactos positivos y negativos”, denunció Carlos Beas, asesor de la Unión de Comunidades Indígenas para la Zona Norte del Istmo (UCIZONI). Añadió que “no existe información concreta respecto al megaproyecto del Istmo” y también consideró grave que “las poblaciones consultadas estuviesen a 80km del proyecto, pero las que están al pie del ferrocarril no fueron consultadas”.
Entre el 19 y el 30 de agosto del año pasado, el gobierno federal llevó a cabo reuniones a cargo de la Procuraduría Agraria y Rafael Marín Mollinedo en los 31 núcleos ejidales por donde pasará el tramo del tren transístmico. Durante dichas reuniones los ejidatarios fueron informados sobre el megaproyecto y sus impactos en apenas 15 minutos. La dirigente de UCIZONI, Juana Ramírez Villegas, denunció que la información compartida con los afectados del proyecto fue “vaga y general”.
El Istmo de Tehuantepec es una zona de fuerte organización comunitaria en defensa de la tierra y el territorio ya que aparte del Corredor Transístmico hay 47 mil hectáreas de concesiones para empresas mineras y 28 parques eólicos en la región. UCIZONI, siendo solo una de muchas organizaciones que se manifestaron en contra del megaproyecto, agrupa en la actualidad a 84 comunidades y colonias de 9 municipios del estado de Oaxaca en la región del Istmo de Tehuantepec.
El Congreso Nacional Indígena (CNI) y el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) rechazaron la consulta un día después de su realización al considerarla “una simulación para imponer el megaproyecto de muerte”. Con la campaña “El Istmo es nuestro” los pueblos indígenas del Istmo expresaron su “rotundo rechazo” al megaproyecto mediante un pronunciamiento lanzado en abril del 2019.
El megaproyecto afectará a 80 municipios del Istmo, 49 en el estado de Oaxaca y 31 en Veracruz, mayoritariamente poblados por indígenas de los pueblos chontales, huaves, mixes, zapotecas, zoques, nahuas y popolucas. También cabe mencionar que el Istmo de Tehuantepec es una las regiones de México y del mundo que alberga todavía entre el 30% y 40% de la biodiversidad de todo el planeta. Es fuente del 40% del abastecimiento nacional de agua y une las tres selvas tropicales del país, caducifolia, subhúmeda y húmeda. Ante la gran riqueza de la región es importante realizar y presentar estudios sobre las afectaciones medioambientales provocadas por el Corredor Transístmico.
Después de la consulta indígena, AMLO acusó a sus adversarios que “lo que quieren es seguir robando, eso es lo que les importa y por eso quieren que nos vaya mal, nada más que se van a quedar con las ganas”. Defensores del medio ambiento y de derechos humanos denunciaron que así se descalifica su trabajo porque les pinta como “conservadores” opuestos al “progreso”, lo que les puede poner en mayor riesgo. “Enfrentan ataques sistemáticos como lo son la criminalización, la difamación, el hostigamiento, las detenciones arbitrarias y los asesinatos”, alertó el Consorcio Para el Diálogo Parlamentario y la Equidad, organización civil feminista en Oaxaca.
Horizontes
Los integrantes de UCIZONI han subrayado que las consultas realizadas en marzo y agosto de 2019 no han cumplido con los estándares estipulados en el Convenio 169 de la Organización Internacional de Trabajo (OIT), según los cuales las consultas indígenas deben ser previas, libres, informadas y culturalmente adecuadas. En enero de 2020, UCIZONI presentó una queja ante la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) por violación de los derechos de los pueblos indígenas. Dagoberto Toribio, presidente de UCIZONI, señaló respecto a la consulta que “la información fue insuficiente y sesgada, no fue previa y no fue libre pues se indujo la aceptación del megaproyecto Corredor transístmico a cambio de recibir programas sociales”.
Demandaron a la Secretaría del Medio Ambiente Recursos Naturales (Semarnat) que se realice otra consulta pública sobre el impacto ecológico de la modernización del ferrocarril. En el foro “Naturaleza, Derechos Indígenas y Soberanía Nacional en el Istmo de Tehuantepec” que se llevó a cabo el 11 de febrero de este año el titular del Semarnat, Víctor Manuel Toledo, enfatizó que si bien el gobierno está considerando importante el “respeto a la riqueza biocultural”, “los trenes van”.
Notas:
[1] Amauri Vierira Orozco, Corredor Transístmico de Tehuantepec como alternativa al Canal de Panamá (2018)
[2] Teresa de Jesús Portador García, Claroscuros en el futuro energético de América Latina: el corredor eólico en el Istmo oaxaqueño (2009)
[3] La Jornada, Rechazan ONG consultas sobre corredor transístmico y megaproyecto eólico (15/07/2019)
Fuentes:
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- El Tren Maya. Un nuevo proyecto de articulación territorial en la Península de Yucatán
- Tren Maya como nueva infraestructura de articulación de los capitales agroindustriales y turísticos inmobiliarios en la península
- DECRETO por el que se crea el Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec.
- PLAN Nacional de Desarrollo 2019-2024.
- Palabras del Lic. Rafael Marín Mollinedo, en la Presentación del Programa para el Desarrollo del Istmo de Tehuantepec
- Programa para el Desarrollo del Istmo de Tehuantepec (PDIT)
- Animal Político: AMLO anuncia inversión de 8 mil mdp para el proyecto del Istmo de Tehuantepec; obras iniciarán en 2019
- Istmopress: El Corredor Transístmico, la historia inconclusa
- Sinembargo: Somos los dueños de la tierra y del Corredor Transístmico ni nos informan, dicen en Juchitán
- Razon.com: Historia del Corredor Transístmico
- Poresto.net: Zedillo privatizó sistema ferroviario de México
- La Jornada: El Istmo es nuestro
- La Jornada: Corredor transístmico
- Newsweek México: Corredor Transístmico: a recuperar el auge económico
- Plumasatomicas: A pregunta de la consulta de Corredor Transístmico, AMLO responde: ‘la verdad es de Cristo’
- Somoselmedio: Consulta del proyecto Corredor Transístmico, una simulación: EZLN
- Desinformemonos: Consultas para aprobar Corredor Transístmico han sido “amañadas”: UCIZONI
- Informador: Corredor Transístmico, sometido a consulta: López Obrador
- Animal Político: “Se les fue”: AMLO dice que ya consultó a indígenas sobre corredor transístmico; dará resultados mañana
- La Jornada: Rechazan ONG consultas sobre corredor transístmico y megaproyecto eólico
- La Coperacha: Planean en el Istmo 6 parques industriales y zona libre; hay respaldo de comunidades, según Gobierno Federal
- Amauri Vierira Orozco: Corredor Transístmico de Tehuantepec como alternativa al Canal de Panamá
- La Jornada Veracruz: Zonas Económicas Especiales
- Expansión: Esta es la carta completa que envió López Obrador a Trump
- Teresa de Jesús Portador García: Claroscuros en el futuro energético de América Latina: el corredor eólico en el Istmo oaxaqueño
- El Economista: AMLO pone fin a Zonas Económicas Especiales
- La Jornada Maya: El Corredor Transístmico viola derechos de indígenas, acusa Ucizoni
- El Universal: Pueblos indígenas de Oaxaca denuncia “consultas de 15 minutos” sobre Tren Transístmico
- El Universal: Pueblos presentan queja ante CNDH por consulta sobre Proyecto Transístmico
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