Actividades de SIPAZ (Diciembre 2003 – Marzo 2004)
31/03/2004COYUNTURA: México-Chiapas, informes de gobierno
30/09/2004ENFOQUE: Desarrollo alternativo o alternativo al desarrollo
«solo cuando hayas cortado el último árbol, pescado el último pez y contaminado el último río, te darás cuenta de que no puedes comer dinero»
Dicho nativo norteamericano
Globalización económica: un solo mercado, un solo mundo
La celebración de la III Cumbre de Jefes de Estado y de Gobiernos de la Unión Europea, América Latina y el Caribe, los días 28 y 29 de mayo de 2004, en Guadalajara (Jalisco, México) hizo presentes las diferentes visiones existentes en torno al concepto de ‘desarrollo‘.
La Cumbre ‘oficial‘ buscó dar seguimiento al trabajo iniciado entre los países de América Latina, el Caribe y la Unión Europea (ALCUE) en Río de Janeiro en 1999. Desde allí se planteó la necesidad de establecer una ‘asociación estratégica birregional’. Esto significa, entre otras cosas «Estimular la cooperación económica internacional para promover la liberalización integral y mutuamente beneficiosa del comercio, como una manera de aumentar la prosperidad (…)» (Declaración de Río, 1999)
Esta III Cumbre se centró en dos grandes objetivos:
- ‘fortalecimiento del multilateralismo’: apoyar las acciones conjuntas de diferentes países en torno a la paz y la seguridad internacional, la arquitectura financiera internacional, la deuda externa y la cooperación al desarrollo;
- ‘cohesión social’: todo lo referido a la pobreza, las políticas de desarrollo social, la gobernabilidad democrática, la promoción del empleo, la distribución del ingreso y los flujos migratorios.
Los objetivos y estrategias de este espacio birregional de relaciones se enmarcan dentro de lo que ha venido denominándose ‘globalización económica’. Dicha globalización implica promover una gran red de intercambios comerciales, un gran mercado. Para eso es necesario impulsar cambios en las leyes de los países que representen obstáculos a la libre circulación del capital financiero (dinero), productivo (materias primas y mano de obra) y comercial (bienes como alimentos, vestuario, aparatos electrodomésticos y servicios).
Este tipo de organización mundial lleva décadas en práctica. En 1949 (después de la II Guerra Mundial y en plena Guerra Fría), el presidente de los Estados Unidos, Truman, en su toma de posesión, definió como misión del ‘mundo libre’ (es decir, capitalista) acabar con la pobreza y contribuir al desarrollo de las naciones ‘subdesarrolladas‘. Nació la denominada ‘era del desarrollo‘ capitalista, surgió la diferencia entre países ‘desarrollados‘ y ‘subdesarrollados‘; y significó la exportación a todas las naciones del modelo que hoy conocemos como ‘neoliberalismo‘.
El desarrollo en el modelo neoliberal
En los 40s, se pensaba que a través de este tipo de globalización, gobernada por el comercio y la tecnología, se conseguiría acabar con la desigualdad social y la pobreza. Por eso se hablaba de ‘países en vías de desarrollo’, pensando que algún día éstos alcanzarían la situación del ‘Primer Mundo’. Pero la realidad es que según el propio informe del Banco Mundial sobre Desarrollo Mundial de 1990, l@s ric@s son cada vez más ric@s, y l@s pobres son cada vez más pobres.
Más reciente, la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD) en el nuevo informe de los ‘Países Menos Adelantados’ (PMA) 2002, muestra que en esos países la extrema pobreza se ha duplicado en los últimos 30 años y afecta ahora a 307 millones de personas. Pronostica que el número de personas que viven con menos de 1 dólar al día en los PMA superará los 420 millones para 2015 si persisten las tendencias económicas actuales.
Mientras, el principal objetivo de los proyectos neoliberales consiste en eliminar las dos principales trabas que todavía existen para que realmente se consiga un mercado mundial único: las barreras arancelarias, que los estados establecen para la entrada de productos externos, y las subvenciones, con las que protegen a sus empresas y productores internos. En este marco, la cooperación internacional entre los países es un instrumento más de la ‘ayuda‘ para que los pueblos alcancen el desarrollo al estilo occidental.
Críticas al modelo neoliberal de desarrollo en Guadalajara
Se ha venido cuestionando cada vez más el modelo neoliberal de desarrollo porque supone una transformación de las formas de existencia (no nada más en sus dimensiones económicas sino también sociales, políticas y culturales) hacia la producción competitiva y la mercantilización. Las críticas y propuestas alternativas frente a este modelo económico en el que la distribución del capital y del poder queda en manos de unos pocos son sin embargo muy diversas.
Frente a la Cumbre ‘oficial‘ de Guadalajara se realizaron ‘foros sociales’ donde se reunieron ONG’s y una diversidad de organizaciones sociales para cuestionar y plantear alternativas a las políticas de la UE en Latinoamérica.
En el Encuentro Social ‘Enlazando Alternativas’ estuvieron presentes diversas posturas críticas al desarrollo neoliberal: por un lado, estuvieron las organizaciones que cuestionan los Tratados de Libre Comercio impulsados entre los gobiernos latinoamericanos y europeos. Son partidarios de un desarrollo respetuoso de los derechos humanos, y proponen utilizar los instrumentos que los propios tratados comerciales establecen, como son, en el caso del Acuerdo Comercial entre la UE y México, la denominada ‘cláusula democrática’ y ‘el Observatorio Social’, como instrumentos de la sociedad civil para controlar la violación de los derechos humanos por estas políticas.
Por otro lado, participaron movimientos sociales y organizaciones que consideran la política de la UE como parte de un nuevo colonialismo económico y cultural que utiliza el discurso de la democracia y de los derechos humanos como ‘Caballo de Troya’ para legitimarse e imponerse. Para ellos las culturas deben decidir directamente cuál es su proyecto de vida y buscar otras formas de combinar la lucha contra la pobreza y el cuidado del medio ambiente, desde la propia experiencia de los pueblos.
El pronunciamiento social emitido conjuntamente por la sociedad civil latinoamericana y europea en Guadalajara rechaza las políticas neoliberales que en ambos continentes están generando más desigualdad así como la privatización de la salud, la educación y la cultura. Así, la UE, dicen, no representa una alternativa a la política de los Estados Unidos en América Latina, por el contrario «(…) utiliza las políticas de cooperación como instrumento para la penetración de sus empresas, y (…) los acuerdos de cooperación en materia de seguridad contribuyen a la militarización del continente.»
Frente a dicha estrategia, los participantes al Foro alternativo demandaron:
- la primacía de los derechos civiles, políticos, económicos, ambientales y culturales sobre la liberalización comercial
- la promoción de un modelo de cooperación solidario
- el compromiso de los países desarrollados de destinar al menos el 0.7 % del PIB a la cooperación para el desarrollo y buscar nuevas formas de redistribución de los ingresos en el ámbito nacional e internacional orientadas efectivamente a la lucha contra la pobreza, en apoyo al desarrollo sustentable y la justicia social, tales como fondos de compensación social, impuestos sobre transferencias de capitales especulativos.
- Renegociar la deuda externa pública
- Toda acción de cooperación al desarrollo financiado por la UE debe definirse bajo la obligada consulta y participación plena de las poblaciones afectadas tal y como dice el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Las alternativas son tan variadas que van desde la confianza en que el Estado todavía puede ser un actor que puede limitar los impactos negativos de la política neoliberal, hasta las ‘antisistémicas’ que buscan construir nuevas propuestas sin reconocer al estado.
Resistencias y búsqueda de alternativas
Los pueblos indígenas han representado uno de los principales movimientos (no el único) en contra de las políticas de planificación del desarrollo; su sobrevivencia fuera del mundo mercantil es una forma de demostrar la posibilidad de la diversidad de realidades y cosmovisiones que habitan la tierra.
«Un mundo donde quepan muchos mundos» representó la demanda de los zapatistas chiapanecos de redefinir el Estado-nación como un lugar donde las diferentes culturas tengan cabida. Más tarde se convirtió en uno de los principales lemas de la lucha altermundista en contra de la uniformidad cultural a la que parece conducir el actual capitalismo global.
Los Caracoles Zapatistas y su proyecto de autonomía han puesto en jaque a los proyectos neoliberales a través del control territorial y de la reconstrucción de la vida comunitaria mediante los trabajos colectivos y la creación de gobiernos autónomos.
En el plano de la cooperación internacional han generado transformaciones, decidiendo ellos mismos qué tipo de ayuda, cuándo, cómo y para qué. Se han constituido redes de solidaridad desde la sociedad civil nacional e internacional hacia los gobiernos autónomos zapatistas, que representan un giro a las relaciones de superioridad-inferioridad que llevan implícitos muchos proyectos de cooperación internacional (quien dona es quien decide para qué y cómo). Este nuevo planteamiento y la imposición de condiciones por los zapatistas para desarrollar proyectos en sus regiones no han dejado de generar malestar e incomodidad entre quienes llegan desde fuera con una forma de trabajo propia. Este tipo de cooperación es ajeno a los intereses económicos ‘globales’ y responde a las necesidades que los ‘autónomos’ determinan por sí mismos.
Este proyecto de resistencia junto a otros conviven y no de forma fácil, con los proyectos gubernamentales:
«Nosotras en nuestra cooperativa cooperamos 70$ (pesos mexicanos) cada quien. Valoramos nuestro proyecto. Si el gobierno te da un proyecto, ni te pregunta qué quieres, qué necesitas. Te dan para que hagas el proyecto que ellos deciden. No lo vas a valorar. Pero así, nos acostumbran y se van pa’ bajo nuestros proyectos propios igual como los del EZLN»
(Juanita, Xomé Ixuk- Organización Independiente de Mujeres de Las Margaritas)
Pero más allá de Chiapas, existen en todo el mundo experiencias y proyectos que buscan la transformación de formas de convivencia, reconociéndose portadoras de otra cosmovisión diferente a la occidental.
Proyectos alternativos de Vida
En diciembre de 2003, se celebró en Ciudad de México el coloquio sobre «América Profunda», donde se reunieron representantes de movimientos de ‘auto-afirmación indígena‘ de América, e invitados de Nueva Zelandia y la India, para conversar sobre su identidad, su lucha y sus esperanzas.
La propuesta fue lanzada desde el Centro de Encuentros y Diálogos Interculturales (CEDI) de Oaxaca, una de las iniciativas de Gustavo Esteva para encontrar en la denominada ‘regeneración cultural’ nuevas formas de vida reinventando la propia cultura. Así la propuesta de la Universidad de la Tierra de Oaxaca fomenta la construcción de nuevos ámbitos de comunidad desde las raíces culturales para redescubrir pensamientos filosóficos propios, la soberanía alimentaria (desde el cultivo a la preparación), el arte de habitar, la forma de sanar, de aprender, de ver el tiempo y el espacio, la organización comunitaria, en resumen, una manera de vivir propia basada en la comunalidad.
Desde los actores de la economía neoliberal se acusa a los pueblos de ser los mayores destructores de los bosques, sin reconocer que las industrias o la construcción de represas impulsadas desde los proyectos neoliberales son los factores que mayores transformaciones ambientales han generado.
«Transformar en acuerdo con la naturaleza es algo que contradice el modelo neoliberal (…) porque niega todo futuro a la humanidad. Las alternativas frente a este modelo que no funciona se manifiestan en el Foro Social Mundial, el Movimiento de los Sin Tierra, la teología de la ecología, la regeneración cultural, la divinización de la naturaleza»
(Jorge Santiago, Desarrollo Económico y Social de los Mexicanos Indígenas, DESMI)
Desde las alternativas, el pasado mayo se firmó en Brasil el ‘Manifiesto contra el Desierto Verde y a Favor de la Vida’, en el que más de 100 entidades brasileñas denunciaron el desastre socio-ambiental causado en los últimos 35 años por los monocultivos de eucalipto y pino para abastecer a las industrias de siderurgia y celulosa, perjudicando ecosistemas y población. Afirman que, por el contrario, ‘los pueblos indígenas han demostrado que son capaces de poder mantener los bosques porque los hicieron durante miles de años’. En la India es muy conocido el movimiento Chipko, donde las mujeres abrazaban los árboles como una forma de proteger la destrucción de sus bosques.
La delegación de organizaciones sociales de Chiapas presentes en Guadalajara realizó un pronunciamiento especial solicitando la moratoria del Proyecto Desarrollo Social Integrado y Sostenible en la Selva Lacandona, financiado por la UE a través de un Convenio firmado con el Gobierno del Estado de Chiapas. El rechazo se argumenta en que dicho proyecto no ha cumplido con el requisito de consulta previa a los pueblos afectados por el mismo, establecido en el Convenio nº169 de la Organización Internacional de Trabajo.
La región sobre la que se va a implementar el proyecto queda dentro de la zona de conflicto chiapaneco, visible desde 1994. El investigador italiano, Luca Martinelli, miembro de la organización Manitese ha realizado un análisis de dicho proyecto. Recuerda que diversas organizaciones sociales y civiles señalaron los riesgos del convenio, exigiendo al gobierno transparencia en el proceso ya que dicho Plan «condiciona, entrampa y amarra a sus pueblos y a sus comunidades a la dependencia en el mercado de los servicios ambientales: al pago por bosques, agua, sumideros de carbono, y al ecoturismo científico».
Señala que uno de los objetivos según el Proyecto es «reducir la pobreza en un sentido de desarrollo territorial participativo y sustentable, llegando a beneficiar directamente al gobierno del estado, al generar capacidades en la reformulación y aplicación más eficaz de las políticas de desarrollo social». El analista denuncia «el carácter contrainsurgente de programas en territorios donde hay oposición social y campesina, e inciden intereses del Banco Mundial, empresas trasnacionales y programas sociales que dividen y fomentan la confrontación entre pueblos indígenas».
Por otra parte, cuestiona que la medición de la reducción de la pobreza se vaya a realizar en función del número de familias que dejen de vivir con cantidades inferiores al salario mínimo, y no en función del autoconsumo y la soberanía alimenticia que posean.
La soberanía alimentaria no sólo es una forma de sobrevivir sino una forma de vida alternativa que impide la dependencia del exterior para poder alimentarse. En este sentido, Vía Campesina (la mayor red mundial de movimientos campesinos y agricultores familiares) se pronunció en contra del Informe 2004 de la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), titulado: Biotecnología: ¿respondiendo a las necesidades de los pobres? . La FAO sostiene que la bioteconología sería una solución para el hambre en el mundo y el creciente aumento poblacional, reconociendo como único problema que los transgénicos no llegan a los pobres.
Vía Campesina denuncia que el hambre nada tiene que ver con la tecnología y sí con la injusticia social, la falta de acceso y control de la distribución en manos de las transnacionales que ‘quieren manipular nuestros cultivos, para poder controlar toda la cadena alimentaria a nivel global, obligándonos a dejar la producción de alimentos –aún localmente- y a tener que consumir sus productos en todo el mundo’.
El discurso desarrollista desfiguró el contenido de la palabra ‘próspero‘. Originariamente proviene del latín ‘pro spere’, que significa «de acuerdo a la esperanza». La prosperidad de los pueblos depende por tanto de la esperanza de cada uno de ellos, no de lo que puedan consumir o producir para entrar en las gráficas de medición del ‘nivel de pobreza’.
Deberíamos todos empezar a repensar ‘desarrollo ¿para qué y para quienes?’, ‘¿qué es la pobreza?’ ‘¿qué es la ayuda? ¿quién va a controlar y quién define?’ ‘¿qué hacemos hoy para darle la vuelta al mañana que otros definieron ya para nosotros?‘ Lo más probable será encontrar la multiplicidad de formas de soñar la esperanza de vida y descubrir la verdadera pobreza en la uniformidad.
Bibliografía
- Sachs, Wolfgang (coord.), Diccionario del desarrollo, México, Ed. Galileo y la Universidad Autónoma de Sinaloa, 2001
- América Profunda. Un ejercicio de reflexión en la acción, México, Proyecto (2003)
- Arriola,J., y Aguilar, J.V., Globalización de la Economía, El Salvador, Equipo Maíz, 2001.
- Ribeiro, S., «La FAO declara la guerra a los campesinos» en www.argenpress.info (17/06/2004)
- WRZ, «Rotunda manifestación en Brasil contra el Desierto Verde y a Favor de la Vida», en Ambiente y Sociedad, AÑO 5, Nº 163 (16 de junio de 2004) en www.ecoportal.net