2004
03/01/2005COYUNTURA: De la alerta roja a la Sexta Declaración de la Selva Lacandona
29/07/2005‘La autonomía es el trabajo. Que el pueblo tenga la decisión de ejercer sus derechos. Es una forma de luchar, justa y que tiene razón. Trabajar la salud y las otras áreas es un arma de lucha que no dispara balas, sino palabras y que está haciendo un llamado a la humanidad.’
(Junta de Buen Gobierno de Morelia)
Viajando por Chiapas uno puede encontrar numerosos carteles: «Está usted en territorio zapatista en rebeldía. Aquí manda el pueblo y el gobierno obedece». Significa que usted está recorriendo territorio habitado por bases civiles de apoyo al Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN).
Las comunidades zapatistas se agruparon desde 1994 en Municipios Autónomos Rebeldes Zapatistas (MAREZ), gobernados por un Consejo Autónomo formado por representantes de las comunidades. Los MAREZ se superponen geográfica y políticamente a los municipios constitucionales, y de forma paralela a la oficial, deciden su propia organización educativa, de salud y jurídica. La resistencia representa no aceptar proyectos ni dinero del gobierno.
En el 2001, se aprobó una reforma constitucional sobre derechos y cultura indígena que pretendía cumplir con los Acuerdos de San Andrés (ASA, firmados en 1996 entre el EZLN y el gobierno). Para el EZLN y el Congreso Nacional Indígena (CNI) sin embargo, dicha reforma perpetua el paternalismo del Estado frente a los indígenas, sin reconocer su autogobierno. Por ello, determinaron la construcción de la autonomía por la vía de los hechos, considerando los ASA como ley vigente en sus territorios.
Desde agosto de 2003, los zapatistas crearon además las Juntas de Buen Gobierno (JBG) como un nuevo nivel en su organización autónoma. Las JBG están formadas por las autoridades de los Consejos Autónomos, turnándose cada 7, 15 o 30 días, dependiendo de cada región.
Existen 5 Juntas de Buen Gobierno con sede en los ‘Caracoles’, ubicados donde antes existían los ‘Aguascalientes‘ y que eran lugares de encuentro de la Sociedad Civil con los zapatistas. Los Caracoles representan simbólicamente una puerta abierta y directa a la vida autónoma zapatista.
En todos los Caracoles uno puede encontrar las casas pintadas con rostros de Zapata, del Subcomante Marcos, mártires de guerra o maíces con pasamontañas. En Oventik, puede comprar en las cooperativas de artesanías de las mujeres, y en Roberto Barrios adquirir hamacas. En La Garrucha está el ‘cyber pozol’ en la cafetería Smaliyel. En La Realidad como en Morelia puede ver películas en las cafeterías-comedor. En todos ellos, están también los Campamentos Civiles por la Paz, construidos para los observadores de derechos humanos y los simpatizantes del movimiento.
Desde los Caracoles, las JBG nos platicaron sobre su autonomía, sus avances, sus limitaciones y sus retos.
El ‘mandar-obedeciendo’
Los Caracoles Zapatistas visibilizan la construcción de la autonomía que las bases de apoyo zapatistas realizaron incluso antes de 1994. Más allá, representan el ‘hacer’ que desde siglos los pueblos indígenas han practicado para resistir culturalmente a la colonización y la marginación. ‘La autonomía es algo que desde varios años se ha ido caminando y se ha ido manteniendo con sus propias costumbres, sus formas de decisión, su propia lengua. Se viene caminando desde hace tiempo, porque las formas de los indígenas no coinciden con las formas del gobierno oficial. Y nosotros decidimos en la forma del ‘mandar obedeciendo’ con nuestras propias autoridades para que nos ayuden y nos ayudemos nosotros, la autonomía es algo de todos (JBG La Garrucha).
La autonomía zapatista parte del derecho a elegir sus autoridades bajo el principio del ‘mandar-obedeciendo’: ‘La idea de los pueblos es gobernarse por sí mismos, y tomando como principio de la lucha que el poder está en el pueblo. En nuestro pueblo discuten un tiempo lo que propongamos como autoridad. Pero, como autoridades sólo somos representantes. Sobre nosotros hay un poder que es el poder del pueblo. El pueblo tiene problemas que no llegan a discutir, si no lo han discutido es su problema. Pero si hacemos algo que el pueblo no sabe, entonces, vienen nuestras críticas. Tenemos que aceptarlas’.(JBG La Realidad).
La autonomía no sólo se da en el ámbito político, sino también en el cultural y en lo económico. ‘La autonomía se hace practicando, por ejemplo, en la milpa, lo que vienen cosechando, ya no van a utilizar ‘gramoxon’ (pesticida químico). Sabemos que el químico es un veneno para nosotros. Una parte de lo que estamos haciendo es pasar al insecticida natural que se va haciendo en la milpa y lo va practicando el pueblo. Es el propio pueblo quien va utilizándolo porque nuestros antepasados nunca utilizaban químicos. La autonomía se hace de diferentes forma, para nosotros es dejar de depender del gobierno en todo: en productos que nos afectan como pueblos indígenas, como los transgénicos (JBG Roberto Barrios).
Las comunidades están construyendo sus propios programas educativos, su salud, su comercio, y buscan de qué forma pueden tener mayor autosuficiencia alimentaria, en un momento en que el Tratado de Libre Comercio con América del Norte ha restringido la existencia de mercados justos para los productos agrícolas como el café, el maíz o el frijol.
El caminar de la autonomía va despacio, porque como nos compartían, ‘Lo que más peso tiene es la práctica; hablar es muy fácil pero hacer es otra cosa. La teoría tiene un valor pero no es lo más.’(JBG Morelia)
Educación
A nivel educativo, en casi todos los municipios existen escuelas con promotores indígenas de las propias comunidades, capacitados con talleres en los que apoyan la sociedad civil nacional e internacional, directamente o a través de apoyos económicos. En la región de Oventik iniciaron la educación autónoma con la Secundaria, para después seguir con la primaria. Al Caracol llegan jóvenes de los diferentes municipios y se quedan allí para cursar la secundaria. En otras regiones como en Morelia, cada municipio tiene escuela secundaria y primaria, y sueñan con una universidad propia. ‘No queremos igualar ni comparar la educación del gobierno pero no sirve para los pueblos indígenas ni para los zapatistas, por eso la nuestra tiene otra mira del gobierno. Ésta es individual y egoísta, preparan al alumno para servir al empresario para no perder el patrón en el negocio. No se enseña la relación con la naturaleza. La educación autónoma ayuda al pueblo y a la organización porque los muchachos aprenden no para servir al patrón sino para que pongan el conocimiento al servicio del pueblo.‘ (JBG de Morelia).
En Roberto Barrios inician con el proyecto educativo de ‘Semillita del Sol’ y después pasan al Centro Cultural Técnico Autónomo Zapatista (CCTAZ), donde los alumnos deciden a qué se quieren dedicar. Prefieren no utilizar el sistema de grados en la enseñanza a diferencia del gobierno para no excluir a los alumnos, y permitir que cada quien vaya avanzando según sus capacidades.
El contenido educativo nace de sus necesidades «La forma de educación pedagógica-política es diferente, no agarramos las materias cómo la educación oficial. Hicimos áreas, y en lengua se agrupan todas nuestras lenguas y el castilla. Se trabaja también con ‘historias’ para que se involucre todo con la lucha zapatista y las diferentes luchas contra los que nos oprimen. Se trabaja con ‘vida y medio ambiente’, que engloba ‘vida y recursos naturales’ (JBG La Garrucha).
En la educación y la salud autónomas, la humanidad y la dignidad están por encima del dinero, se recupera el sentido de ‘bien colectivo’, son imprescindibles para su forma de concebir la ‘vida buena’ para todos. ‘En nuestra organización no hay visión de servir a cambio de dinero, el trabajo nace por conciencia’ (JBG de Morelia). Los promotores son elegidos por la comunidad, y no reciben salario, por ello, uno de los grandes retos de la educación autónoma es evitar la deserción de los promotores cuando las comunidades no apoyan lo suficiente.
Salud
Otro de los grandes avances de los municipios autónomos es la salud. Existen clínicas regionales en La Garrucha, en Oventik y en la región de La Realidad, tienen el hospital en la comunidad de San José del Río, donde se han practicado más de diez operaciones en su propio quirófano, gracias al apoyo solidario de médicos provenientes de Comitán.
Se intenta que en cada municipio exista una pequeña farmacia y en cada comunidad promotores de salud que puedan atender las enfermedades. La formación de los promotores es semejante a la que se da en los proyectos educativos. En el área de salud se intenta capacitar a los promotores en diferentes especialidades: ginecología, odontología, laboratorio, pediatría, herbolaria. ‘La idea es que quienes saben las plantas medicinales, son los viejitos. Los jóvenes no saben para qué es la planta. Entonces hay que rescatar esta sabiduría antes de que se vayan 2 metros para abajo. Se organizaron a los viejitos y ellos son los maestros. Hay promotores que se forman unos en lo químico y otros en lo medicinal (natural)’ (JBG La Realidad).
Cuando en las farmacias hay bastantes medicinas (por donaciones de la sociedad civil) las bases de apoyo zapatistas no pagan por ellas, pero cuando escasean, entonces pagan el coste de la medicina. También la consulta es gratis para ellos. En cambio, los ‘no zapatistas’ deben pagar la consulta y los medicamentos a precio de coste. Muchas personas de otras organizaciones prefieren llegar a los centros médicos zapatistas porque en ellos el promotor habla su misma lengua y atienden con respeto a los enfermos: ‘La salud es de la humanidad. Hay un problema grande y palpable en la medicina y en la atención. Principalmente las mujeres tienen mucho temor a los hospitales. Somos marginados de los hospitales oficiales, no hay un espacio de dignidad para nosotros’ (JBG Morelia).
En los programas de salud se está centrando la atención en la prevención de enfermedades a través del cuidado de la higiene y la nutrición, por ello en el Caracol de La Garrucha se ha puesto en marcha un ‘plan integral’ que abarca la construcción de letrinas, la higiene personal, el cultivo de hortalizas y la vacunación. En Morelia la salud personal y colectiva forma parte de las materias educativas en la escuela autónoma.
Autonomía económica
Durante los últimos años, los municipios autónomos han creado centros de abarrotes (centros de comercio) y cooperativas para poder apoyar económicamente sus proyectos ‘no monetarios‘ (salud y educación) y para poder tener más independencia económica: «Hablando del comercio, ya tenemos un trabajo, por ejemplo en las cooperativas de café. Lo exportan a nivel internacional (Mut Vitz, Yachil Xojobal)- También tenemos las cooperativas de mujeres artesanas: Mujeres por la dignidad, Xiluchon y Niximrosa. Además tenemos un taller de zapatería. Hacen botas y zapatos de todos los que usa la gente. Se hacen trabajos colectivos en las comunidades. Las mujeres por ejemplo trabajan en la panadería, en la cría de animales y en las hortalizas. Esos son ejemplos de los trabajos que se hacen entre hombres y mujeres para que puedan sobrevivir nuestras bases de apoyo y así poder seguir aguantando la resistencia. No muy nos preocupamos por las migajas del gobierno. Tenemos nuestro propio trabajo» (JBG Oventik)
Hay trabajos colectivos como el ganado, el café o la milpa pero lo más difícil es cómo comercializarlos a precios justos. Este año consiguieron subir el precio del café en la región de La Realidad porque el Caracol lo compró y transportó a Tapachula, donde pagaban más que los coyotes: ‘Empezamos a pensar que teniendo al ‘Chómpiras’ (el camión de la región) podemos trabajar mejor en la compra del café. Odiamos a los coyotes cabrones. Ellos pagan el kilo de café a 12’5 $ (por kilo). En Tapachula van a pagar hasta 17 $ el kilo. Empezamos a hacer cálculos, y con nuestro camión vimos que podemos pagarles a los compañeros, hasta 14’5 $ el kilo. También a la gente no zapatista. Ese día que anunciamos ya empezó a llegar la gente, y el otro se quedó sin poder comprar. Y los coyotes empezaron a pagar más que nosotros: 15$ el kilo. Lo importante es que pagan más pero los compañeros saben que lo que gana la JBG va a ser para beneficio de los pueblos. Dejaron de comprar los coyotes. Lo más difícil es la autosuficiencia económica’(JBG La Realidad).
El reto es depender menos de los productos externos y tener su producción y autoconsumo es preocupación constante en todas las regiones autónomas. En Roberto Barrios han iniciado el área de agroecología para diversificar los cultivos y poder también comerciar. Están pensando en poder intercambiar productos con otras regiones.
Es difícil todavía dejar de consumir los productos de las transnacionales: ‘No hemos podido evitarlo porque falta la concientización de nuestra gente. A todo el mundo se nos antoja, y tenemos sed y tomamos Coca-cola y las ‘Sabritas’. Esperamos en lo posterior poder organizarnos para no consumir. Pero hacerlo es muy difícil. Poco a poco vamos viendo qué cosas benefician al pueblo y cuáles no, pero siempre vamos pasito a pasito. Lo va a decir nuestro caminar. No se trata de prohibir sino de concientizar. Se trata de una cuestión formativa e informativa, pesan mucho los medios y la información. Lo importante es que se genere la pregunta y la reflexión, que se aterrice, lo más fuerte es el actuar, el hacer. No sirve que la JBG prohiba’ (JBG Morelia).
Justicia
Durante este año de gobierno los principales conflictos vistos fueron agrarios. Las JBG buscan la mediación de las partes para la transformación de los conflictos: ‘Nosotros pensamos y creemos que hay otra forma de aplicar la justicia. No hay dinero por medio. Lo primero es la investigación, ir a ver los hechos, trabajamos mucho la conciliación, la mediación, estar neutrales. Después se juntan a las partes involucradas. Se trabaja mucho como norma los usos y costumbres. Sabemos que hay también malas costumbres. Los ancianos son muy importantes para la concientización. Si alguien robó, hay que ver por qué robó porque todos están necesitados. Se trabajan las dos partes. Se sentencian, y si la persona lo reconoce, hace un trabajo colectivo’ (JBG Morelia).
En la región fronteriza (La Realidad) existen muchos problemas con el tráfico de indocumentados. En el momento de nuestra visita habían detenido a un ‘pollero‘ (traficante de migrantes) ya que en los territorios zapatistas está prohibido el tráfico de personas, drogas, alcohol y armas. Fue sancionado por la JBG a trabajar durante seis meses en la construcción de un puente en beneficio de las comunidades para que reflexione sobre su acción.
A las JBG llegan personas no zapatistas para resolver sus conflictos en ellas ya que en la justicia oficial sigue imperando al impunidad y la corrupción. En una JBG nos compartieron que un compañero de una organización no zapatista había recibido apoyo de la presidencia de Municipal para su pasaje hasta la JBG, mostrando el citatorio de la propia junta.
A través de su autonomía, los pueblos zapatistas no sólo están regenerando su cultura mediante el rescate de sus lenguas, de sus formas de cultivos, y de su propia sabiduría, sino que están intentando hacer realidad la democracia participativa. Paradójicamente algo tan lógico y razonable se convierte en una lucha de resistencia frente a un mundo que va a la deriva, en el que clamar por la humanidad representa oponerse al ‘desarrollo‘ impuesto por el sistema del mundo capitalista. La autonomía zapatista está contribuyendo a crear una grieta en el andamiaje de esta organización mundial donde el capital está por encima de los valores humanos y donde el mercado impera sobre la ética. Los zapatistas muestran un camino, su camino. Ellos hacen, caminan y se preguntan. Nosotros, sentados delante de ellos no podemos más que mirarnos hacia dentro y preguntarnos ¿qué estamos haciendo para transformar este mundo donde la inequidad y la violencia son necesarias para alimentar la riqueza de unos pocos?