SIPAZ: “Luchar con corazón de mujer – Situación y participación de las mujeres en Chiapas (1995-2015)”
01/02/2016ACTUALIDAD: Preocupación internacional sostenida en cuanto al contexto de violencia y violaciones a los derechos humanos en México
01/02/2016A finales de noviembre de 2015, el equipo y la Junta Directiva del Servicio Internacional para la Paz (SIPAZ), junto con más de 130 participantes de diferentes estados de México y de fuera del país, celebramos nuestro 20° aniversario de presencia en el sur de México. Si bien puede considerarse como un logro la permanencia de SIPAZ a lo largo de 20 años, pese a los retos que se debieron enfrentar, no deja de ser preocupante que al cabo de ese tiempo siga siendo necesaria una presencia internacional por la paz. Aunque, desde esta perspectiva no haya mucho que celebrar, a dos décadas de la existencia de SIPAZ, pensamos que tenemos un gran capital que compartir sobre lo aprendido a lo largo del camino. Como lo expresó Ana María García de Servicios para una Educación Alternativa (EDUCA), Oaxaca, quien participó como ponente en el evento, «[n]o celebramos que la realidad sea la misma sino que sigamos con esperanza y dignidad luchando«.
Por todo esto, organizamos un encuentro para intercambiar ideas sobre los cambios en el contexto político y social de México en los últimos 20 años, la situación y participación de las mujeres en Chiapas (ver Enfoque de este Informe), así como las respuestas y aprendizajes desde la sociedad civil ante los retos. Durante dos días nos reunimos con personas de diferentes organizaciones sociales, civiles y campesinas, del ámbito académico y de distintos colectivos. El evento se desarrolló en un ambiente esperanzador con una actitud general muy positiva, aun tomando perfecta cuenta de las numerosas dificultades y desafíos que tenemos por delante.
Los primeros pasos de SIPAZ
«Llegamos hace veinte años en medio de una situación de conflicto abierto declarado, en momentos en que [el obispo] Samuel Ruiz llama a la comunidad solidaria a hacerse presente y buscar alternativas«, recordó el actual presidente de SIPAZ, Gustavo Cabrera, de Costa Rica. En sus primeros años, SIPAZ respondió a una estrategia más «clásica» de Intervención Civil para la Paz. Esta estrategia combinó principalmente la presencia internacional con la difusión de información fuera de la zona de conflicto. Después de un tiempo, SIPAZ decidió abrir nuevas áreas de trabajo para poder contribuir a la transformación del contexto de violencia estructural: a través de los ejes de Educación para la Paz, Diálogo Interreligioso y Trabajos en Redes.
Posteriormente, se ampliaron las actividades de SIPAZ geográficamente: a partir de 2006, el equipo empezó a hacerse presente en los estados de Oaxaca y Guerrero, tomando en cuenta las similitudes de estas entidades con Chiapas en cuanto a pobreza y marginación de los sectores más vulnerables de la sociedad. Como mencionó la joven integrante del Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan, Martha Ramírez Galeana, quien participó en el segundo panel sobre las tendencias y los retos en el contexto político mexicano: «[p]or aquellos años, los ‘90, se dio la revuelta por la democracia, y en esa coyuntura se dan los 500 años de la resistencia, y los pueblos se empiezan a levantar, pareciera que en Oaxaca, Guerrero y en Chiapas, nuestras luchas eran iguales«.
La oscuridad del contexto actual
Martha Ramírez se refirió a que se hacía mención de un amanecer de los pueblos de las diferentes regiones del sur de México por las fuertes represiones que se dieron, como las masacres de Aguas Blancas y de El Charco, en Guerrero, buscando respuestas ante el sistema de opresión en el que se vivía. La gente se iba dando cuenta de que «[e]l Estado [quería] dividir y romper las luchas consolidadas de los pueblos«. El cambio que Martha observa en la actualidad es la multiplicación de los actores en el sistema de represión. «Ahora ya no sólo [quiere romper y dividir] el Estado caciquil, ahora es lo que llamamos el triángulo del poder: el Estado, las empresas y el crimen organizado«. Además, según Ana María García, integrante de EDUCA, en Oaxaca, hay una tendencia sustancial por identificar en el contexto actual: ‘el despojo cultural’, lo cual debilita fuertemente a los pueblos. «Esta estrategia erosiona la fuerza de nuestros pueblos. Despojando territorios […] por ejemplo, pero también el despojo de nuestros sueños y esperanza«.
Philip MacManus, quien fuera el primer presidente de SIPAZ y se hizo presente enviando un mensaje en video compartido en el evento, habló de los intereses económicos que amenazan el bienestar y la unidad de los pueblos. «La división es una gran amenaza que responde a varias causas: hay que entender que hay intereses ajenos para provocar divisiones. Entonces un desafío es cómo enfrentar ese fenómeno sin caer en una perspectiva de que se trata de una división entre buenos y malos«. Otra interpretación de la oscuridad del contexto social y político que se está viviendo en México fue creada por un grupo de niñ@s, algun@s pertenecientes a las familias desplazadas de la comunidad Banavil, municipio de Tenejapa, Chiapas, que estuvieron presentes en el evento, acompañando a sus padres y madres. Se dieron a la tarea de pintar un mural de 2 por 3 metros cuadrados sobre la actualidad mexicana. Lo que comenzó siendo un paisaje con plantas, flores, cerros, animales y personas, terminó como una gran mancha negra. L@s mism@s niñ@s titularon a la obra “el desastre”.
Otro mundo es posible: un reto global
En el evento también se argumentó que el contexto en el que nos encontramos se debe de analizar desde una perspectiva transnacional. Al respecto, Gustavo Cabrera consideró que «[m]uchos de los tiempos en que los actores locales se dedican a responder a su situación de conflicto los lleva a perder esa perspectiva, de que no es un asunto local, sino que tiene una raíz, supranacional o internacional«. De igual forma, Richard Stahler-Sholk, integrante de la Junta Directiva de SIPAZ y profesor de la Universidad de Michigan en los Estados Unidos, empezó la introducción del panel sobre el contexto mexicano, con una referencia al contexto de globalización en el que se encuentra la realidad de hoy. «[E]l contexto de esta mesa es un contexto global. Es una lucha pensar en la globalización posible además de la que se vive, con ese lema del movimiento de la alterglobalización que es ´Otro mundo es posible´. Hay que tener fe en ese otro mundo y estar conscientes de que ese mundo posible lo vamos construyendo«, dijo. Dolores González, de Servicios y Asesorías para la Paz (SERAPAZ), compartió que en este contexto global observa «tres tendencias: la catástrofe ecológica, la crisis económica y la guerra permanente«. Aclaró que, al mismo tiempo, «es importante que ante la oscuridad veamos la luz: Atenco, La Parota, Paso de la Reyna, los Yaquis, San Javier, los Seris, los pueblos del Istmo frente a las eólicas, comunidades autónomas de Chiapas, y muchas otras expresiones de protesta«. En este sentido, Pietro Ameglio, de Servicio Paz y Justicia de Morelos, México subrayaba que «uno viene a Chiapas a aprender siempre y, aprender, en lo personal, la definición que más se acerca a la no violencia: ´cómo desobedecer las órdenes inhumanas´, esa es para mí la definición de no violencia«.
Las Luces de Esperanza
Otra de las experiencias de resistencia no violenta presentadas fue la de Tita Radilla, hija de Rosendo Radilla, líder social de Guerrero en los años ‘70, quien fuera desaparecido forzadamente en un retén militar en dicho estado en 1974. Su hija ha llevado adelante el proceso de búsqueda de su padre a lo largo de 41 años, el cual hasta ahora no ha arrojado ningún resultado. Sin embargo, enfatizó que los esfuerzos de ella y su familia han provocado cambios en el sistema de justicia mexicano, mejorando las posibilidades para que los casos jurídicos de otras personas no queden en la impunidad. En concreto, Tita Radilla se refirió a la sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CoIDH), de 2010, en la que la CoIDH responsabilizó al Estado mexicano de la desaparición forzada de Rosendo Radilla y recomendó que crímenes cometidos por militares que involucren a personas civiles sean tratados ante el Fuero Civil en vez del Fuero Militar. Esta sentencia llevó a la reforma al Código de Justicia Militar, aprobado por el Senado de la República de México en abril del 2014.
Eloy Cruz, integrante del Consejo de Pueblos Unidos en Defensa del Río Verde (COPUDEVER), de la Costa de Oaxaca, en su ponencia en el panel sobre los aprendizajes, rescató que «hay que perderle el miedo al gobierno«. Relató que la Comisión Federal de Electricidad (CFE) vino a las comunidades que se verían afectadas por la construcción de la presa hidroeléctrica Paso de la Reina diciendo que «sólo faltan ustedes [por firmar]». Los y las comuner@s se iban dando cuenta de que esa era la estrategia del gobierno para convencerlos y que «fue necesario convocar a las 47 comunidades para aclarar que no habíamos aceptado nada. Resultó que fue la estrategia de la CFE. Pero el ejido lo cuidamos como quien cuida su casa«. Esta forma de resistirse a entrar en los planes de otros, tanto gobiernos como empresas, es lo que Pietro Ameglio llama la no cooperación. Como explicó: «Este es el esquema de la no cooperación que es la clave del zapatismo y del Ghandinismo, el poder está en nosotros, no en ellos, no le tenemos que pedir que hagan lo que no van a hacer, pero tenemos que tomar conciencia y actuar«. Dándose cuenta de la importancia de estar informados e informadas, los y las integrantes del COPUDEVER además han realizado foros locales, nacionales e incluso internacionales. También involucraron al público en general entregando hojas informativas a personas en la calle e, incluso, por medio de festivales públicos.
Otra forma de construir el otro mundo posible, como comentó el presidente, en 2015, de la Sociedad Civil Las Abejas de Acteal, José Alfredo Jiménez, es a través de la denuncia. «Para nosotros la lucha es denunciar, no quedarnos callados ante la injusticia. Ser pacifistas implica trabajar, construir la paz, ésta no viene de la nada, se construye«. La organización Las Abejas nació en 1992 y desde entonces ha optado por la lucha y el método de la no-violencia activa. José Alfredo explicó que otra estrategia del gobierno para crear conflictos, es llamar a los problemas en las comunidades “conflictos intercomunitarios”. Recordó que “así lo mencionaron de manera oficial después de ocurrida la masacre de Acteal”. En vez de caer en la venganza y tomar las armas para agredir a los hermanos y hermanas que participaron en la masacre, Las Abejas de Acteal decidieron usar su voz: han denunciado su situación de injusticia e impunidad a lo largo de los 18 años después de diciembre de 1997.
En el video-documental, titulado Que el corazón no esté partido, que SIPAZ produjo en 2015, como parte del proyecto de sistematización de los aprendizajes de los 20 años, el mismo José Alfredo Jiménez, de Las Abejas, explicó que en el idioma tsotsil de Los Altos de Chiapas, el término “paz“ se traduce como jun o´ontonal, que podría entenderse como: “un corazón“ o “que el corazón no esté partido“. Se refiere a que el pueblo siga unido en momentos difíciles y que problemas y conflictos no generen divisiones. Como también comentó Martha Ramírez, siendo ella indígena me´phaa de la región de la Montaña de Guerrero: “dicen los abuelos, lo que se hace de corazón nunca muere“. Con este mensaje del corazón pleno guiado por las luces en el camino se cerró el evento de la celebración de los 20 años de presencia de SIPAZ en el sur de México. Celebrando que sigamos con esperanza y dignidad luchando…
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