ACTUALIDAD: México – El riesgo de la invisibilización y agravación de múltiples pendientes de derechos humanos en el contexto de la pandemia
28/05/2020ARTÍCULO: Violencia de género durante el confinamiento por Covid-19
28/05/2020La pandemia de violencia de género, hasta el 13 de abril, ha cobrado más vidas de mexicanas que el COVID-19: 100 mujeres han muerto por el coronavirus desde que irrumpió en el país el 28 de febrero, mientras que 367 han sido asesinadas en ese lapso.
El machismo mexicano – el origen de la violencia
En estos días el tema principal en las noticias en todo el mundo claramente es la pandemia del coronavirus que es causa de la enfermedad pulmonar COVID-19 y en muchos de ellos estructura la vida de una forma que nunca jamás habíamos anticipado. Domina cómo trabajamos, cómo comemos, cómo comunicamos, de una u otra forma nos afecta a todos. Sin embargo, en tiempos como éstos, es fácil olvidarse de otra pandemia[1] que afecta a México ya desde hace siglos, una de las caras más feas de este país: la violencia feminicida.
Es un hecho bien conocido que México es uno de los países más peligrosos para mujeres y niñas en el mundo. Durante el año pasado se registraron 10 asesinatos por día, según estadísticas. Aún más preocupante es el hecho que esas cifras han aumentado considerablemente en los últimos 5 años. Esquemas de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana muestran que, entre los años 2015 y 2019, hubo un aumento del 77% en el total de los delitos mortales dolosos contra mujeres.
Cabe mencionar que la mayoría de estos delitos no se registran como feminicidios, sino como homicidios dolosos.
Las raíces de la violencia de género se encuentran en la larga historia de la cultura machista en México. En el mundo prehispánico ya se consideraba a las mujeres como seres devaluados e inferiores, pero junto con los conquistadores españoles en el siglo XV, llegaron nuevas dimensiones de desigualdad y represión. Se excluía a la mujer de la sociedad, del mundo exterior. Ellas solamente debían ocuparse de lo doméstico mientras los hombres tenían el poder de controlar sus vidas.
El machismo, la primera causa de la violencia feminicida, es el ideal de la virilidad que considera malo todo lo femenino. “[Es] la expresión de la magnificación de lo masculino en menoscabo de la constitución, la personalidad y la esencia femenina; la exaltación de la superioridad física, de la fuerza bruta y la legitimación de un estereotipo que recrea y reproduce injustas relaciones de poder”.[2]
En México el machismo es “parte del modo de ser, del carácter popular, del inconsciente colectivo”[3] y aunque se puede reconocer que en los últimos 20 años el movimiento feminista en América Latina ha crecido mucho, no cabe duda que la violencia de género todavía es bastante normalizada en la sociedad mexicana.
El cambio de milenio en Ciudad Juárez
El comienzo del nuevo milenio significó una ruptura, tanto en el mundo político como en el discurso sobre la violencia de género en México. En los noventa, Ciudad Juárez obtuvo atención internacional por una serie de feminicidios que se empezó a documentar a partir de enero de 1993. Hasta el año 2018 se sumaron aproximadamente 1775 asesinatos de mujeres en esa ciudad.
El aumento de las víctimas de violencia feminicida está directamente relacionado con el establecimiento del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) en 1994, que causó una nueva migración de mujeres jóvenes en busca de trabajo en las maquiladoras de la frontera Norte y una vida más independiente. Fueron precisamente estas mujeres las que fueron particularmente vulnerables y, por lo tanto, a menudo las víctimas de la violencia feminicida.
En el caso de los feminicidios de Ciudad Juárez, se ha criticado fuertemente la actitud de las autoridades gubernamentales. En el 2006 fue publicado un estudio que señaló que “mientras que han sido secuestradas y asesinadas alrededor de 400 niñas y mujeres, son pocos los arrestos y condenas que han sido aplicados”[4], además de que los acusados y condenados afirmaron haber sido torturados por la policía antes de confesar los crímenes.
Medidas gubernamentales: Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia
En respuesta a la enorme impunidad de los feminicidios de Ciudad Juárez, organizaciones y colectivos feministas exigieron al gobierno tomar medidas adecuadas para facilitar los procesos de investigación en esos casos, así como dar acceso a la justicia a todas las víctimas de violencia de género. Con el fin de “darles visibilidad y permanencia a los temas de género en la agenda pública”[5], se creó el Instituto Nacional de las Mujeres (INMUJERES) en el 2001. Dos años después siguió la Comisión para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres (CONAVIM), que primero tuvo como foco el contexto de Ciudad Juárez, y se amplió al territorio nacional en el 2009.
En la Legislatura de 2003 a 2006, fue consignado el mayor número de mujeres en la Cámara de Diputados (alrededor del 25%), hasta entonces, se empezó a discutir la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia (LGAMVL).
En esa ley se reconocen las diferentes formas de violencia contra las mujeres las cuales incluyen la violencia psicológica, física, sexual, económica y patrimonial, entre otras. Además, propone la coordinación institucional para prevenir, proteger y erradicar la violencia y cuenta con un presupuesto para asegurar la implementación de las propuestas.
Medidas gubernamentales: Alerta de Violencia de Género contra las Mujeres
Encima de esto se estableció un mecanismo, que pretende implementar un conjunto de acciones gubernamentales de emergencia para enfrentar y erradicar la violencia feminicida. Desde 2007, la Alerta de Violencia de Género contra las Mujeres (AVGM) se puede declarar en un territorio determinado, ya sea un municipio o una entidad federativa, en el cual “existe una situación grave de violencia en contra de las mujeres asociada a prácticas machistas y patriarcales persistentes en la sociedad”[6]. Para que se declare la AVGM, es necesario que sea solicitada por uno o varios organismos de derechos humanos, luego se conforma un grupo de trabajo que evalúa la solicitud y más tarde decide sobre su admisión.
Hasta la fecha, Alertas de Violencia de Género fueron declaradas en 13 entidades federativas de México, incluyendo Chiapas y Guerrero.
Sin duda, la AVGM es una señal importante que reconoce el estado de emergencia por la grave situación de violencia de género. Sin embargo, organizaciones de derechos humanos han observado que en muchos casos se ponen en marcha acciones de emergencia, “sin que se reflejen cambios sustanciales en el número de feminicidios ni las condiciones en que viven las mujeres”.[7]
Medidas gubernamentales: PROIGUALDAD
Durante el sexenio de Peña Nieto se estableció el Programa Nacional para la Igualdad de Oportunidad y No Discriminación contra las Mujeres (PROIGUALDAD) en el Plan Nacional 2013-2018, que pretendió responder a los compromisos suscritos por el Estado Mexicano en el marco de convenciones y tratados internacionales[8]. En éste, como en muchos otros casos, se critica que sólo se enuncian programas, pero no se presentan resultados. Respecto a PROIGUALDAD se debieron presentar desde noviembre pasado, pero sigue siendo dictaminado en la Secretaría de Hacienda y Crédito Público.
La postura del presidente López Obrador
El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO), quien lleva poco más de un año en oficio, se ha pronunciado públicamente en contra de la violencia de género. En el marco del 8 de marzo de 2020, el Día Internacional de las Mujeres, el mandatario afirmó que “la violencia de género es incompatible con la Cuarta Transformación” y que “estamos seguros que reduciremos los índices delictivos y los feminicidios”.
Destacó el logro de la paridad de género en el Gabinete de la Presidencia de la República y el hecho que por primera vez en la historia de México la Secretaría de Gobernación está encabezada por una mujer, Olga Sánchez Cordero. Además, subrayó que el 60% de las personas que benefician de los programas sociales de su gobierno son mujeres.
Organizaciones y activistas feministas han criticado que, aunque AMLO niega ser como otros presidentes, “mantiene la misma política de disimulo de sus antecesores” en cuanto a violencia de género. “Hay un no entendimiento, una necesidad o una necedad de no querer reconocer que la discriminación y la violencia contra las mujeres es muy grave. Esta resistencia parte de una visión conservadora en todos los grupos ideológicos, no solo los liberales”, manifestó María de la Luz Estrada, coordinadora del Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio.
A pesar de varias protestas en frente del Palacio Nacional en Ciudad de México y los miles de voces de activistas feministas exigiendo un cambio en la política, el presidente de la República mantiene la postura de que “contrario a lo que dicen los ‘conservadores’, su gobierno no simula combatir la violencia” y que “ya no existe la impunidad”.
Marchando y cantando contra el patriarcado
El 2019 fue marcado por el movimiento feminista no solo aquí en México sino también a nivel global. En marzo, el movimiento #MeToo que originó en Estados Unidos en 2017 saltó al país vecino y causó que más de 400 mil mujeres mexicanas denunciaran a sus abusadores en las redes sociales[9].
En agosto pasado empezó una serie de protestas feministas que continuó hasta el 9 de marzo de este año. Inicialmente, se provocó por varias denuncias de la violencia policíaca en la Ciudad de México. Cuatro elementos habían abusado sexualmente de una chica menor sin recibir sanción alguna. Luego se dio a conocer que el médico legista no había seguido el procedimiento por lo que no existían pruebas médicas periciales. Ni siquiera había orden de aprehensión en contra de los victimarios.
En los días siguientes se sumaron las denuncias de una menor que vivió abuso sexual por un elemento de la Policía Bancaria Industrial del Museo de Archivo de Fotografía, y de una mujer que presuntamente fue acosada por policías de la CDMX en la calle.
Estos casos causaron una fuerte indignación que hizo posible que, en un corto periodo de tiempo, se organizara una manifestación para denunciar la violencia policíaca, la cual tuvo lugar el 12 de agosto de 2019. Cuatro días después, el 16 de agosto, las mujeres de la CDMX se manifestaron por segunda vez. Durante las marchas algunas manifestantes rompieron vidrios y pintaron la estación de Metrobús Insurgentes. También el monumento del Ángel de la Independencia fue vandalizado.
Los reportes de la prensa mexicana se enfocaron sobre todo en los daños materiales derivados de las protestas, olvidando las causas que provocaron las movilizaciones. Se construyó un discurso en el que las mujeres no eran víctimas sino victimarias. “Privilegió la idea de que el enojo de las mujeres es irracional y desubicado, cuando toda la evidencia apunta a que la violencia de género es un fenómeno sistemático, con raíces históricas y con sucesos cotidianos que la reproducen. Considerar que los daños materiales son mayores a los daños humanos y sociales, es también una forma de violencia”, declaró el colectivo feminista Mujeres+Mujeres respecto a la cobertura mediática.
En noviembre, en el contexto de protestas que se realizaban en Chile, surgió otro movimiento conocido como “Un violador en tu camino”. Ante las violaciones a los derechos de las mujeres por el Estado chileno, el ejército y Carabineros, el colectivo feminista “Lastesis” creó un performance participativa de protesta, que consiste en una coreografía y una canción contra el patriarcado. A continuación, la canción dio la vuelta al mundo. El 25 de noviembre, miles de activistas de Chile, Colombia, España, Francia, México, EE.UU., Argentina y muchos más, interpretaron la canción en sus países correspondientes en el marco del Día Internacional para Eliminar la Violencia contra las Mujeres.
Un México sin mujeres
Tan solo en enero del nuevo año se registraron un total de 320 mujeres asesinadas, de las cuales 72 fueron clasificadas como feminicidios y 248 como homicidios dolosos. Especialmente el feminicidio de Ingrid Escamilla Vargas se hizo conocido por la difusión de imágenes de su cuerpo sin vida. Ingrid, de 25 años, fue despellejada por su pareja el 9 de febrero en la Ciudad de México.
La posterior distribución de las fotos del cadáver de la víctima por las redes sociales causó indignación en la opinión pública y un debate sobre el papel de los medios de comunicación. A continuación, Claudia Sheinbaum, la alcaldesa de la Ciudad de México, afirmó que la difusión de las imágenes sería sancionada. Además, anunció una propuesta de ley específica para castigar la distribución de imágenes de víctimas de delitos por parte de funcionarios públicos.
Para el 8 de marzo de 2020, el Día Internacional de la Mujer, la Asamblea Feminista Juntas y Organizadas, anunció una marcha en la Ciudad de México. Se registró un número histórico de alrededor de 80 mil participantes. Además de la marcha en la CDMX se realizaron manifestaciones en más de 20 ciudades mexicanas, entre ellas Oaxaca y San Cristóbal de Las Casas, en Chiapas.
El 18 de febrero, el colectivo feminista veracruzano “Brujas del mar” había convocado a la realización de un paro nacional de mujeres el 9 de marzo bajo el hashtag #ElNueveNingunaSeMueve. El objetivo de esa acción era demostrar cómo el país se vería si no hubiera mujeres, además de destacar la importancia de la mujer para la economía mexicana. El concepto de una huelga nacional de mujeres no era particularmente nuevo. La primera vez se llevó a cabo una acción similar conocida como “El Día Libre de las Mujeres”, en Islandia en 1975. Después se repitió en varios países del mundo hasta que llegó a México en 2020.
El 9 de marzo se cuantificó un total de 22 millones de mujeres que no se presentaron a trabajar en todo el país. En cuanto al efecto que tuvo el paro a la economía, es difícil de evaluar: hay que tomar en cuenta los retrocesos en la economía mundial provocados por la pandemia del COVID-19, y la disminución en los precios del petróleo en marzo que igualmente causaron una desvaluación del peso mexicano. De todos modos, se puede decir que las pérdidas económicas provocadas por la huelga de mujeres fueron más altas que lo anticipado.
De acuerdo con la Asociación Mexicana en Dirección de Recursos Humanos (AMEDIRH) se cuantificó un impacto económico en torno a 1.490 millones de dólares perdidos en total, lo que equivale más de la mitad del Producto Interno Bruto (PIB) generado en México por día.
Combatiendo la violencia – con los hombres, no contra ellos
En 1996, las mujeres zapatistas lograron la prohibición del consumo de bebidas alcohólicas y drogas, el cual era una de las principales causas de la violencia doméstica en las comunidades zapatistas en Chiapas. Este ejemplo demuestra la importancia de acciones entre hombres y mujeres para lograr la eliminación de la violencia de género.
Aunque es cierto que en los últimos años se le ha prestado más y más atención al tema de la violencia de género, no hay duda de que este desarrollo también ha causado una fuerte polarización respecto al tema. Especialmente, en tiempos de la digitalización se distribuye la imagen de la “feminazi”, la persona que odia a los hombres, y junto con esto una percepción equivocada de lo que plantea el feminismo. Por eso mismo es necesario que los hombres también aporten para cambiar la sociedad mexicana hacia mayor equidad.
En Chiapas el colectivo “Hombres G”, que pertenece al Centro de Educación Integral de Base (CEIBA) hace precisamente eso. Desde 1998 trabajan el tema de género con hombres y realizan talleres de masculinidades con el fin de “reflexionar cómo se construye nuestra condición masculina, patriarcal, hegemónica, controladora desde una cultura profundamente violenta”.
“La idea es sensibilizarnos en primer lugar, pero sobre todo transformarnos y transformar nuestras prácticas en un sentido personal, pero no sólo, necesitamos ir más allá de la reflexión individual y esto implica un compromiso social de trabajo comunitario y sobre todo colectivo”, explicó Abelardo Palma Molina, uno de los facilitadores de los talleres.
El colectivo coopera con organizaciones indígenas y campesinas en la zona fronteriza de Chiapas. Palma Molina enfatizó la importancia de trabajar el tema de género con hombres en alianza con mujeres organizadas: “La gran mayoría de hombres que llegan a ese espacio porque son compañeros de mujeres que ya están organizadas que ya han reflexionado años el asunto de género que necesitan que su compañero o su hijo o su abuelo o su primo se reflexione para no seguir reproduciendo la violencia en la familia, en el hogar, no seguir teniendo las prácticas que no permiten el crecimiento de las compañeras mujeres”.
Los encuentros tienen un impacto directo en las familias de los participantes. Benefician a las parejas, los hijos y las hijas. Los “Hombres G” además, realizan talleres mixtos, en los cuales algunas mujeres han compartido su experiencia. Contaron que realmente estaban observando un cambio en su compañero de vida, por ejemplo, que escuchaba más o que mostraba más su afecto.
Para que las mujeres puedan vivir una vida libre y sin miedo en México, es necesario que haya un cambio en la sociedad, un cambio en la cultura mexicana que arraiga el machismo. El trabajo de “Hombres G” muestra, aunque a través de pequeños pasos, cómo se puede lograr este cambio social y cultural más profundo.
Notas:
- [1] ONU
- [2] Lugo, Carmen: Machismo y violencia, 1985
- [3] Ibid.
- [4] Pantaleo, Katherine: Gendered Violence: An Analysis of the Maquiladora Murders, 2010
- [5] Fundar: Retos y aportaciones de la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia
- [6] CONAVIM
- [7] Fundar
- [8] Convención para la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW); Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer (Belém Do Pará)
- [9] Leer más: Informe SIPAZ Junio 2019, #MeTooMX: El grito de las mujeres en un contexto de violencia omnipresente
Fuentes:
- CNDH: Violencia de Género
- UNICEF: Violencia de género
- ONU Mujeres: Violencia contra las mujeres: la pandemia en la sombra
- Wikipedia: Violencia de género en México
- Letras Libres: Violencia de género y feminicidios en México: los datos hablan
- Animal Político: #8M: Como nunca antes, una potente marcha de mujeres lanza grito contra el machismo y violencia feminicida
- Wikipedia: Protestas feministas en México de 2019
- Wikipedia: Un violador en tu camino
- Wikipedia: Protesta feminista en México de 2020
- Infobae: De Ingrid a Fátima: radiografía de los feminicidios en México, una emergencia nacional
- Wikipedia: Feminicidios en Ciudad Juárez
- El Heraldo de México: En 25 años van 1,779 feminicidios en Ciudad Juárez
- Fundar: Retos y aportaciones de la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia
- INMUJERES: Alerta de Violencia de Género contra las Mujeres
- López Obrador: Violencia de género es incompatible con la 4T: presidente AMLO; se compromete a acabar con feminicidios
- Milenio: AMLO: conservador y simulador ante violencia de género
- The Washington Post: México abandona a las mujeres violentadas en esta contingencia