En un estado pluricultural como Chiapas, que alberga junto a Oaxaca la mayor diversidad de pueblos originarios en México, la lucha por el derecho a la autodeterminación y la autonomía de los pueblos es una lucha histórica, que marcaba ya una de las demandas centrales de los zapatistas en los Acuerdos de San Andrés sobre derecho y cultura indígena en los noventas.